La brasileña Rebeca Andrade se convirtió en la primera latinoamericana que gana una medalla en el 'all-around' de gimnasia artística en unos Juegos Olímpicos.

Con una puntuación total de 57.298, la brasileña de 22 años hizo historia en el Centro de Gimnasia de Ariake en Tokio.

La atleta cerró con broche de oro la última modalidad de la competencia, en ejercicio de suelo, donde se enfrentó a la estadounidense Sunisa Lee y a las rusas Angelina Melnikova y Vladislava Urasova, obteniendo la calificación de 13.666 con la que logró colgarse la medalla de plata, colocándose detrás de la estadounidense.

"Estoy muy feliz. Di el 110 por ciento", declaró la brasileña después de su logro. "Trabajé durante años con mi psicóloga y hoy conseguí ponerlo todo en práctica".

"No tengo palabras para describir lo que siento, ni lo que significa tener una medalla olímpica de plata colgada del cuello", agregó.

Nadia Comaneci, la leyenda de la gimnasia, fue una de las primeras en felicitar a Andrade por su logro:

"Muy orgullosa de ti y tu equipo por el trabajo duro y dedicación. Hiciste historia", escribió en un tuit la campeona olímpica rumano estadounidense, recordando la temporada que Rebeca pasó entrenando en 2013 en el Nadia Comaneci Invitational en Oklahoma City.

Pero el trayecto hasta aquí de la joven de Guarulhos (cerca de Sao Paulo) no ha sido fácil.

Su carrera ha estado marcada por lesiones y tuvo que superar tres operaciones de rodilla. Pero la joven demostró la fortaleza con la que ha logrado superar todos los obstáculos que ha tenido que enfrentar desde que entró por primera vez a un gimnasio.

Ese comienzo fue cuando tenía 4 años, gracias a un proyecto social de la alcaldía de Guarulhos. Y desde el inicio se ganó el apodo de "Daianinha de Guarulhos", en alusión a Daiane dos Santos, la gimnasta brasileña que logró 9 medallas de oro en campeonatos mundiales y que fue la inspiración de Rebeca.

Y la misma Dos Santos rindió homenaje a la joven gimnasta después de obtener la medalla de plata.

"Durante mucho tiempo la gente decía que los negros no podían hacer algunos deportes, Y hoy vemos que la primera medalla (de gimnasia olímpica femenina) pertenece a una niña negra", declaró dos Santos.

"Hay una representación muy grande detrás de todo esto", agregó la exgimnasta.

Madre y psicóloga

Pero hay otra figura femenina que también ha sido clave en la carrera de Rebeca Andrade, su madre, Rosa Santos.

Madre soltera de siete hijos, de origen humilde, Santos supo desde temprano apoyar el talento de su hija.

La mujer trabajaba de empleada doméstica y estaba al frente del hogar. Pero Rebeca se veía obligada a suspender sus entrenamientos "cuando el dinero apretaba".

Los entrenadores, sin embargo, se organizaron para que a los 9 años Rebeca pudiera ir a entrenar durante un año a Curitiba (sur de Brasil).

"Muchos me criticaron en ese momento, porque apenas tenía 9 años y se fue [Rebeca] a vivir fuera, se fue a entrenar", dijo la madre en una entrevista con el portal UOL.

"Me dijeron 'estás loca por dejar ir a tu hija'. Pero tuve la sabiduría y la mente abierta para dejarla seguir sus sueños. La dejé volar tras una meta. También dejé en claro que si no funcionaba fuera, las puertas de la casa siempre estarían abiertas para ella. Hoy veo que hice lo correcto, habiendo escuchado a mi corazón ", agregó Rosa Santos.

Andrade hizo su debut internacional en el Campeonato Sudamericano Juvenil de Cochabamba donde quedó primera con la selección brasileña y en el all-around individual.

Hizo su debut internacional senior en 2015, en la Copa del Mundo de Ljubljana, donde ganó la medalla de bronce en las barras asimétricas detrás de Isabela Onyshko y Jonna Adlerteg.

Después fue a la Copa del Mundo de Sao Paulo y ganó la medalla de plata.

Las lesiones

Pero en junio de ese año Andrade se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha durante un entrenamiento, lo que la hizo perderse los Juegos Panamericanos y los Campeonatos del Mundo.

Fue operada y pensó en retirarse, pero su madre no se lo permitió y en los seis años que siguieron tuvo que ser sometida a otras dos operaciones.

"Crecí mucho con todo eso. Mi maduración fue muy grande, como persona y deportista. No es que me guste haber pasado por esos momentos de lesión, pero fue esencial para crecer", declaró Andrade el año pasado en una conferencia de la Confederación Brasileña de Gimnasia.

La última cirugía, en 2019, le obligó a parar 8 meses. Pero el aplazamiento de los Juegos de Tokio-2020 por la pandemia de coronavirus le dio tiempo de recuperar su nivel.

La madre de Rebeca, Rosa, dice que ha actuado como "psicóloga" cuando Rebeca atravesaba momentos difíciles.

"Yo solía decir: 'No puedes rendirte sin intentarlo. Solo terminas después de recuperarte y entrenar. Volverás a conocer tu cuerpo'", le dijo Rosa Santos al programa Encontro com Fátima Bernardes, en Rede Globo de Brasil.

"Siempre alenté a mis hijos a exponer los problemas. A exponer lo que sentían. Y con Rebeca no fue diferente", le dijo a UOL.

Rebeca nunca le ha dado la espalda a sus orígenes y siempre ha llevado a las competiciones referencias del Brasil popular y marginado.

En la clasificación para la final de Tokio hizo las pruebas de solo al ritmo de la melodía funk "Baile de favela", de MC Joao.

Y en la prueba de este jueves en Tokio encadenó la "Tocata y Fuga en Re menor" de J.S. Bach con el popular ritmo carioca.

Rebeca ha dicho que cuando termine su carrera, quiere dedicarse a las "artes escénicas".

"Creo que tengo un lado artístico y me irá bien", declaró en 2016 en una entrevista con el medio digital Clickguarulhos.