Repasar las historias que han tenido a Maradona como protagonista suele ser una tarea ardua y apasionante. Imágenes, frases, anécdotas, alegrías, sufrimiento, emociones y sobretodo recuerdos, millones de recuerdos.

Este vez vamos a situarnos en un día como hoy, 9 de abril, pero de 1979. El 10 brillaba en Argentinos dejando atrás su frustrante experiencia de haber quedado al márgen de la lista definitiva del equipo campeón del mundo en 1978 comandado por César Luis Menotti. Tampoco sabía Diego, que meses después, el seleccionado juvenil al mando del mismo entrenador le permitiría un maravillosa revancha.

Hasta ese momento, el mundo del fútbol había concebido un solo Dios. Se llamaba Edson Arantes do Nascimento y le decían Pelé. Nacido en Brasil un 23 de octubre de 1940, se consagró primero jugando en su club, el Santos, y luego llevó a Brasil de su mano a obtener nada más ni nada menos que tres títulos mundiales (Suecia 1958, Chile 1962 y Brasil 1970).

Por aquellos días, casi como una obsesión, la idea de Diego de conocer personalmente al Pelé comenzó a tomar cada más fuerza. Lo cierto es que el Mundialito jugado en Uruguay en enero de ese año fue el momento donde el sueño comenzó a convertirese de realidad.

En una jornada de descanso otorgada por el cuerpo técnico, la familia Maradona junto con su amigo y mánager, Jorge Cysterszpiller, decidieron tomarse un descanso en las bellas playas de Atlántida. Allí esperaba al astro argentino una delegación de la revista El Gráfico, principal medio gráfico deportivo de la época, para generar su foto de portada.

Fue entonces cuando Diego le reveló al periodista Guillermo Blanco, su deseo de conocer al astro brasileño. En ese mismo momento comenzó a gestarse la primera reunión entre los dos máximos exponentes del fútbol mundial.

La cumbre no sería nada sencilla de llevar a cabo. La problemática en cuanto a disponibilidad de fechas de ambos protagonistas dificultó reiteradamente la realización del evento. Luego de varias postergaciones, casi tres meses después, llegaría el momento esperado.

El domingo 8 de abril, con Pelusa como figura, Argentinos venció a Huracán 3-1 en Parque Patricios. Mientras el 10 hacía maravillas como siempre, Cysterszpiller y su padre, el recordado Don Diego, ganaban tiempo realizando el check in en Ezeiza.

La mañana del encuentro, Maradona y su mánager disfrutaron del paisaje de Copacabana. Cuenta la crónica que Pelé fue el último en llegar al lugar acordado aunque en todo momento se mostró cálido y amable.

"Cuida tu cuerpo y tus entrenamientos", aconsejó Pelé a Diego. Sabias palabras que el crack argentino absorbió quizás como pudo. Además el anfitrión firmó la camisa de su representante de y lo llenó de regalos.

O´Rey continuó con distintas recomendaciones y consejos para un jóven Diego Maradona, envío presentes también para sus padres y hermanos y finalizó la velada tomando su guitarra para entonar algunas populares melodías de su país.

"Yo sabía que era un Dios como jugador, ahora también sé que lo es como persona. Por algo es Pelé", declaró Diego apenas arribó al país. Su sueño, uno más entre tantos, se había hecho realidad.