En su debut en el Grupo 3 de la Copa Libertadores de América, River derrotó 3 a 1 a Independiente Medellín en un duelo que se disputó en un campo muy deteriorado y que estuvo suspendido durante una hora debido a que el diluvio que cayó sobre el estadio Atanasio Girardot convirtió el terreno en una laguna.

El árbitro brasileño Wilton Pereira Sampaio porfió hasta los 26 minutos para recién suspender el encuentro, en la previa los dirigentes colombianos habían confiado plenamente en que el drenaje funcionaría a la perfección.

Después de la suspensión, los asistentes del club local volvieron a la carga con sus lampazos y un tractorcito que arrastraba el agua hacia los bordes, en una batalla desigual contra los charcos. La lluvia mermó y después de 45 minutos, el optimista Pereira Sampaio decidió que el terreno del Atanasio Girardot, apenas algo mejorado, estaba en condiciones. Un rato después volvieron los jugadores para reanudar el cotejo.

Cuando la pelota volvió a rodar (o al menos a intentarlo dificultosamente), River fue un trueno como los que habían sacudido el cielo de la capital antioqueña y en cinco minutos calentó el ambiente, pese a los 18 grados que marcaba el termómetro. Una torpe infracción en el área de Andrés Mosquera sobre Lucas Alario y la implacable ejecución del santafesino, a media altura y contra el palo derecho, sellaron el 1 a 0.

Enseguida, una flojísima salida del arquero David González en un intento por interceptar un centro de Gonzalo Martínez dejó el balón servido para que Sebastián Driussi estirara la ventaja. Con esa renta, sin pasar sobresaltos y ante un rival dominado por los nervios, el equipo de Marcelo Gallardo se fue a descansar. 

El 2 a 0 ponía al DIM ante un reto tan complicado como atravesar la cancha sin mojarse las medias. Si la vara no era lo suficientemente alta, River se la elevó unos centímetros más a los 6 minutos, cuando Lucas Martínez Quarta pescó un balón suelto en el área y con una volea de derecha batió a González. En ese momento cayó la cortina.

Los 39 minutos restantes perdieron su cuota de intriga porque el local dejó en evidencia sus dificultades para hilvanar juego y su impotencia en ataque y la visita cuidó la máquina: Gallardo sacó a Ignacio Fernández, Alario y Jorge Moreira (entraron Camilo Mayada, Iván Alonso y Carlos Auzqui), ya pensando en el compromiso del martes ante Lanús por el torneo local.

A dos minutos del final y luego de un empujón de Augusto Batalla sobre Yairo Moreno, Juan Quintero de penal marcó el 3 a 1 que no modificó el destino del juego.

La próxima prueba para River en el torneo será el 13 de abril en el Monumental frente al modesto Melgar de Perú.

La lluvia suspendió el encuentro


Unas cuantas horas antes llovía fuerte en Medellín y el partido entre el DIM y River corría riesgo de ser suspendido. Sin embargo, los organizadores confiaron en el sistema de drenaje del campo de juego del Atanasio Girardot.

“Es el mejor del país”, habían afirmado. Incluso dos horas antes del comienzo del partido, el árbitro Wilton Pereira Sampaio decidió comenzar el encuentro tal cual estaba pautado. Ya con el partido en juego, la lluvia nunca cesó y el drenaje no funcionó como los dirigentes colombianos esperaban por eso, los primeros minutos se jugaron en un campo de juego totalmente anegado por la tormenta.

Recién a los 27’ el arbitro decidió suspenderlo y tras varios minutos (cerca de una hora), la lluvia cesó y con secadores los empleados del DIM trataron de sacar el agua del césped para poder reanudar el juego.