En un partido que tuvo dos tiempos muy definidos, River venció 2-1 al Atlético Tucumán, en el Estadio Único de La Plata, por los 16avos de final de la Copa Argentina. Con este resultado en la próxima fase (octavos) habrá superclásico.

Sabido era que no estaría en el equipo titular Matías Suárez, quien está lesionado, pero nada hacía suponer que no jugaría desde el inicio Rafael Santos Borre. Federico Girotti, goleador de las inferiores, que llevaba cuatro goles en sus incursiones en Primera, era número puesto para reemplazar al cordobés, lo que no se esperaba y sorprendió a todos es que Marcelo Gallardo mandara a la cancha a otro juvenil surgido en la cantera millonaria: Lucas Beltran. El Muñeco se jugó por los pibes y los chicos le respondieron con creces, Beltran con su movilidad para juntarse y tocar con Julián Álvarez y Palavecino, pero también para generar espacios con sus diagonales para permitir que Angileri por izquierda y Montiel por derecha perforaran a la defensa de Atlético Tucumán con centros quirúrgicos para que Girotti, un "nueve" de área que había demostrado a cuentagotas que podía realizar, tirándose atrás para colaborar en la elaboración y atacando los claros para definir como hizo ayer en el primer tiempo. Primero, tirandose al piso para desviar la trayectoria del balón y batir a Lucchetti y en el segundo, retrasandose dos pasos para conectar el preciso centro que le envío Montiel de pique al suelo.

En esa primera mitad todo era de River, que defendía con solvencia, recuperaba con decisión, elaboraba con lucidez y definió con efectividad. Atlético trataba de hacer píe en la mitad de la cancha y le costaba. Por eso, porque no encontraba la pelota, De Felippe apeló al pibe Heredia, quien le otorgó la posibilidad de administrar con criterio cada vez que su equipo manejaba el balón y quitarle ritmo a un River que jugaba muy tranquilo.

Promediando el segundo tiempo, River había generado un par de opciones para ampliar el marcador y entre los defensores tucumanos y la falta de justeza de los atacantes millonarios, no pudieron liquidar el partido. Y el trámite se hizo más equilibrado, porque perdido por perdido Atlético decidió cambiar piñas por puñaladas. Armani debió exigirse en un remate de Ramiro Carrera que intentó con un tiro de media distancia

Como el panorama se complicaba, faltando un cuarto de hora, Gallardo hizo entrar a Zuculini para morder en la mitad y al colombiano Borre para aprovechar los claros que dejaba Atlético con sus incursiones ofensivas.

Un cabezazo de Ortiz obligó a que Armani volara contra su palo derecho para ahogar el grito del empate. Enzo Pérez trataba de mantener enhiestas las banderas del fútbol de River, juntándose con Palavecino y De la Cruz, quienes por momentos eran ahogados por los entusiastas volantes rivales.

El partido ganó en emotividad porque Zuculini metió un pelotazo que tapo muy bien Lucchetti y de contra otra vez Atlético con Toledo imponiendo su potencia en el área y con Lotti, el goleador que tiene en la Copa de la Superliga, complicando con su movilidad mantuvieron la expectativa de los tucumanos.

Ganó River y ganó bien, le costó mantener la efectividad del primer tiempo y debió transpirar más de lo debido, pero en el balance general obtuvo un triunfo justo.

  • Talleres superó en los penales a Vélez

Talleres de Córdoba le ganó anoche a Vélez Sarsfield por 3 a 1 en la definición con tiros desde el punto penal, tras igualar 1 a 1 y clasificó a los octavos de final de la Copa Argentina de fútbol. El encuentro se jugó en el estadio Florencio Sola de Banfield y el tanto de los cordobeses lo señaló el uruguayo Michel Santos, en el primer tiempo; mientras que igualó Lucas Janson, en tiempo de descuento.

El arquero de Talleres, Marcos Díaz, quien contuvo los tiros de Ricardo Alvarez y el chileno Lucas Galdames, se convirtió en la figura del partido.