El volante de Boca Juniors Juan Román Riquelme mostró ayer nuevamente rastros de su lesión en la rodilla izquierda y está casi descartado para el partido del sábado ante San Lorenzo, en el que el DT Julio César Falcioni, y más allá del respaldo recibido en la práctica por parte de los dirigentes, se jugará buena parte de su futuro en el club.

Riquelme, quien no se recuperó aún de la sinovitis, trabajó de manera diferenciada en el gimnasio con ejercicios de kinesiología junto al delantero Lucas Viatri, quien padece un esguince en la rodilla derecha, y se complica la presencia del crack en el cotejo correspondiente a la quinta fecha del torneo Clausura.

Precisamente, ese encuentro a jugarse el sábado a las 19.10 en el Nuevo Gasómetro asoma como muy importante para la continuidad de Falcioni, pese a que ayer el presidente de Boca, Jorge Ameal, y el vice, José Beraldi, se encargaron de garantizarle la confianza en una charla que se extendió por espacio de 40 minutos.

Ayer fue un día de reuniones en Casa Amarilla ya que al final de la práctica, el entrenador y su cuerpo técnico también dialogaron unos 15 minutos con el delantero Martín Palermo y el defensor Matías Caruzzo, dos que no atraviesan su mejor presente futbolístico, para brindarles su apoyo, según trascendió.

El entrenamiento arrancó con una charla de casi media hora entre Falcioni y los jugadores, en la que el eje fue la derrota que sufrió Boca ante Vélez por 1-0, el domingo pasado, la cual lo relegó en la tabla de posiciones, a tal punto que figura a cinco unidades de los líderes Estudiantes y Racing.

Posteriormente, el plantel xeneize (sin Javier García y Cristian Chávez porque entrenaron ayer en la selección argentina) se dirigió al gimnasio, donde el grupo de futbolistas que actuó en Liniers realizó tareas recreativas, mientras que los que no jugaron hicieron trabajos físicos más fuertes.

Los únicos dos que no se movieron junto a sus compañeros fueron Riquelme, porque sigue con su dolencia que lo dejó afuera del partido del domingo, y Viatri, quien sufrió un esguince en su rodilla derecha cuando ingresó en el último cotejo.

Ambos realizaron ejercicios de kinesiología para continuar con la evolución de sus respectivas lesiones, al tiempo que el cuerpo médico aún no le dio el alta al ídolo del club.

El dato de color fue que mientras el plantel estaba en el gimnasio se produjo la cumbre entre los dirigentes y el entrenador, y en un momento Riquelme pasó caminando a metros de ellos y de ninguna parte se cruzaron siquiera miradas.