River sufrió un durísimo revés anoche en la semifinal de ida de la Copa Libertadores ante Palmeiras, en cancha de Independiente, donde el conjunto brasileño, que está invicto en el certamen, lo superó por 3 a 0, explotando al máximo los contraataques que dispuso a lo largo del encuentro.

De hecho los paulistas contaron con una sola opción de gol en el primer tiempo, y no fue generada por su juego, a todas luces conservador en esa fase del partido, sino por un error del arquero Franco Armani, que no confió en su compañero Robert Rojas y rechazó con los pies un centro que era del defensor paraguayo, dejándole el balón servido a Rony, que remató cruzado y tras un desvío muy fino se metió contra el palo derecho.

La final única será el 30 de enero en el Maracaná y sin público.

Ese fue el primer síntoma de una noche que iba a ser de continuos padecimientos para los dirigidos por Marcelo Gallardo, que parecían estar repitiendo lo del superclásico del sábado pasado, cuando dominaron a Boca con la posesión de la pelota pero no lograron plasmar esa superioridad en la red.

De la misma manera ayer River siguió manejando la pelota después de esa conquista brasileña que llegó muy poco antes de la media hora de una etapa inicial que le dejó a los "millonarios" una gran sensación de injusticia por lo que habían hecho con su juego y lo que en realidad indicaba el marcador.

Pero esa desconfianza que pareció manifestar Armani hacia Rojas tuvo su verificación en los hechos apenas comenzado el segundo período, cuando el zaguero central pareció haber olvidado los consejos que le dio Gallardo después del 2-2 ante Boca, cuando le recomendó "romperle los tobillos" en ese caso a Carlos Tevez. Esta vez, como aquella, Rojas fue pasivo en la marca y permitió que Luiz Adriano se encaminara al segundo tras una larga corrida.

El segundo golpe le dolió mucho a River, y le costó asimilarlo, al punto que pareció "groggy" durante varios minutos, y curiosamente una "canchereada" de Gabriel Menino, bajando con el taco una pelota, lo favoreció. Es que esa acción provocó el enojo de varios rivales y Jorge Carrascal fue a hacer justicia por "pie propio" con una doble patada que le valió la roja. Todavía no se jugaba el cuarto de hora del segundo tiempo y esa "calentura" del colombiano fue letal para su equipo, que para colmo de males recibió el tercer tanto por un cabezazo del lateral izquierdo uruguayo Matías Viña que llevó a Armani a buscar la pelota en el fondo de su arco por tercera vez. Pese a restar casi media hora, River fue pero ya sin alma ni ideas. Ahora deberá buscar un auténtico milagro.
 

Claves

Horror

La falla de Franco Armani en la primera jugada de Palmeiras lo condenó a River a jugar un partido que no tenía pensando. Fue una equivocación letal para la definición de la serie ante los brasileños.

Práctico

A los errores que cometió el equipo de Gallardo, se le sumaron las virtudes de un Palmeiras tan práctico como letal en las jugadas clave. Además, cuenta con una defensa importante: recibió apenas 4 goles en 11 partidos.

Atípico

Es la segunda vez en la Era Gallardo que River pierde por 3-0 en la Libertadores, la primera en condición de anfitrión. La anterior fue contra Wilstermann en 2017 y luego lo ganó 8-0 de local para llegar a semis.

LA ROJA DEL COLOMBIANO

Carrascal y su arranque de furia

Salta. Milton Casco, defensor de River, lleva el balón ante la marca de un rival brasileño.
 

En su peor momento, cuando más River necesitó de su juego para intentar acercarse al arco del Palmeiras, Jorge Carrascal se hizo expulsar a los 15 minutos del segundo tiempo. Fue tras pegarle de atrás al mediocampista Gabriel Menino.

El árbitro uruguayo Leodán González no dudó en sacarle roja directa al colombiano, que dejó su equipo con diez. Encima, dos minutos más tarde el elenco brasileño marcó el 3 a 0 en el partido de ida por las semifinales de la Copa Libertadores. Minutos antes de dejar el campo de juego, Carrascal se enojó con Menino porque bajó la pelota con el taco. Esto generó su golpe al jugador del Verdao. Marcelo Gallardo demostró toda su bronca con un gesto mordiéndose los labios. No es la primera vez que el "Neymar Colombiano", como se lo conoce al talentoso colombiano, es expulsado por pegarle sin pelota a un jugador contrario.

En el partido por la Copa Diego Maradona frente a Banfield, en el minuto 91 le tiró un golpe a Emanuel Coronel. El juez Fernando Rapallini le sacó la roja al colombiano, quien al llegar al banco de suplentes fue consultado por el técnico Marcelo Gallardo, "¿le pegaste?".

Carrascal, de 22 años, tiene un fútbol incisivo y en ocasiones desequilibrante. Esto llevó a que fuese titular en el equipo del Muñeco, que tuvo una noche muy difícil frente al Palmeiras.

Ofuscado

En la previa al encuentro, el técnico de River, Marcelo Gallardo explicó la frase ("rompele el tobillo") a Robert Rojas en la previa del empate de Boca en el superclásico. "Imagino que el que habla demasiado de eso es porque nunca en su vida tocó una pelota", sostuvo.