Son solo cinco, pero igual llegaron a El Villicum con un arsenal de bebidas y comidas para quedarse durante toda la jornada y así vivir a pleno el circo del Súper TC 2000.

Oriundos de Capital, arribaron en la mañana de este domingo al campo recta larga y, debajo de un gazebo, comenzaron a hacer una punta de espalda a las llamas mientras degustaban un exquisito salame (en la foto, colgado a la izquierda).

Dijeron que hasta las 16 no iban a moverse del lugar y que el menú iba a ser bien regado con cerveza, vino y fernet.