Si fue mano o no de Ariel Barth en ese anticipo en el vértice del área sobre Luis Rivero ya no importa. Menos si la desacertada decisión del juez del partido terminó en el frustrante empate de Racing de Córdoba. Ya no interesa porque para Sportivo Desamparados era "el partido" y no lo pudo ganar. Se quedó atragantado y si bien mantuvo la luz de ventaja sobre la Academia en la recta final de la clasificación, el plan inicial era otro y ahora tendrá que buscar los puntos que perdió en San Juan en Villa María. Por eso, el punto sumará recién en el balance final y en menos de 15 días. Ahí, se sabrá si este 1-1 que amargó a varios en Puyuta sirve o no. Nunca antes.

Las necesidades eran parecidas para los dos y con ese apuro salieron a jugar. Sportivo se adelantó de inmediato, presionó y ganó la pelota pero en las primeras jugadas quedó clarito que iba a ser duro entrarle a Racing, que se había cerrado bien y esperaba. A los 11' Desamparados llegó por primera vez con un cabezazo de Augusto Alvarez que el arquero Godoy sacó sobre el travesaño. Encendió la ilusión esa llegada a fondo del Víbora pero se quedó en eso: en una ráfaga nada más. Es que Sportivo perdió precisión, no encontró juego asociado y si bien fue al frente, lo hizo con más ganas que otra cosa. A los 30' en una guapeada de Santiago Ceballos casi llega el primer gol pero la respuesta del arquero cordobés fue buena.

En el complemento, Desamparados no cambió los argumentos pero realimentó su convicción y con eso se llevó por delante a Racing. Fue, insistió, buscó. Aunque sin la profundidad necesaria pero yendo al frente siempre. Se había cerrado mal el partido y solamente una jugada con pelota detenida podría cambiar algo. Y se dio porque a los 22', llegó el centro desde la izquierda y Ariel Barth, de enorme labor en la noche, se elevó y metió el frentazo allá abajo, contra el palo izquierdo de un Godoy que se estiró pero no pudo llegar. Golazo. Merecido por la actitud con la que Desamparados encaró el juego.

Parecía que la clasificación estaba al alcance de la mano porque la ventaja sobre Racing era de 5 puntos con sólo 6 por jugar pero apareció la desafortunada decisión del árbitro y todo se vino abajo. Iban 34' y Barth anticipó limpio a Rivero. No lo vio así Mastrángelo y sancionó falta. La metieron en el área y Garnier, muy solo en el punto penal, le cambió la trayectoria a la pelota para dejar a Aguiar sin chances. Un golpe bajo. Un tremendo mazazo del que Desamparados nunca se iba a reponer. El punto ya era una realidad y la historia sigue igual. Ahora, en solo dos fechas, se verá si el 1-1 suma o resta. Nunca antes.