Independiente cayó ante Libertad de Paraguay por 1 a 0 en el encuentro jugado ayer en el Estadio Defensores del Chaco, de Asunción, en el marco del juego de ida de una de las semifinales de la Copa Sudamericana de Fútbol.

El paraguayo Oscar Cardozo madrugó al "Rojo" a los 30 segundos de juego, ante una desatención defensiva. "Tacuara" ganó la espalda a Alan Franco, la bajó con el antebrazo izquierdo y definió fuerte, de aire, con un zurdazo.

La revancha será el próximo martes desde las 21.15 en el Estadio Libertadores de América, allí Independiente buscará acceder a una nueva final internacional, situación que logró por última vez en la Sudamericana 2010 en la cual obtuvo el título.

A Independiente le costó reponerse al gol tempranero y sufrió en la faceta defensiva durante gran parte de los primeros 45 minutos, en los cuales cada ataque de Libertad tenía olor a gol.

Pero en el transcurso de la etapa inicial el conjunto de Avellaneda comenzó a hacer pie, a tener la pelota y a generar peligro en el área del conjunto local, sobre todo con las proyecciones por izquierda de Juan Sánchez Miño y algunos gestos individuales de Ezequiel Barco y Maximiliano Meza.

Ya en el complemento Independiente fue más que su rival y tuvo varias acciones de juego para lograr el empate pero le faltó un poco de calma y claridad en el último toque.

A eso se le sumó la habitual falta de eficacia de sus delanteros y hombres de ataque, que permitieron algunas réplicas del equipo local, bien controladas por el conjunto de Avellaneda.

Los dirigidos por Ariel Holan jugaron mal los primeros minutos, dominaron el resto del encuentro con momentos de buen fútbol y otros con buena intención.

En el fútbol no alcanza con merecimientos pero el "Rojo" hizo todo para al menos empatar y sobre el final lo tuvo Sánchez Miño de cabeza. Hubiera coronado su actuación, tras un centro de Franco, pero la evitó el arquero Rodrigo Muñoz.

Falleció Luis Garisto

Murió ayer un "Rey de Copas", de esos que valen oro: Independiente llora por Luis Garisto, un defensor completo, recio y de estirpe, que estaba a días de cumplir 72 años.

En su Montevideo natal, Garisto dio batalla hasta el final, pero pasará a ser definitivamente leyenda por haber integrado ilustres e inolvidables planteles del Rojo, con los que obtuvo dos campeonatos Metropolitanos (1970-71), dos Copas Libertadores de América (72-73) y llegó a estar en el grupo que conquistó la primera Intercontinental para el club (73).

El fallecimiento de Garisto, quien tuvo una larga trayectoria como entrenador aunque nunca dirigió a Independiente, fue informado por la entidad de Avellaneda en su página oficial, donde le rindió los lógicos honores a semejante exfutbolista.