El miércoles pasado, durante una reunión del Consejo Ejecutivo del Comité Olímpico Argentino (COA), una noticia sacudió al mundo del deporte en el país. Gerardo Werthein, presidente del COA y miembro del Comité Olímpico Internacional, anunció que dejará su cargo tras los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

El empresario, que lidera este organización desde 2009 tras la renuncia de Julio Cassanello (luego fue reelecto en 2013 y 2017), habló sobre los importantes cambios que busca generar en la institución para “empoderar a las mujeres, a los jóvenes y a los atletas”.

“Llevo 12 años en el Comité Olímpico y ahora estoy promoviendo una renovación importante del estatuto para darle un lugar importante a la mujer, algo que no tenían. También pienso que llegó el momento de empoderar a los más jóvenes, para que lleven adelante el olimpismo. Aunque el estatuto me habilita para presentarme nuevamente, me pareció que era un tiempo de cambios”, aseguró.

En tal sentido, añadió: “Hace muchos meses empecé a trabajar, muy alineado a lo que hacemos en el Comité Olímpico Internacional. Me parece que acá estábamos totalmente fuera de foco en términos de igualdad de oportunidades para la mujer. Comenzamos un proceso muy importante en el 2018, donde por primera vez en la historia argentina se hicieron unos Juegos Olímpicos con igualdad de género”.

Dentro de las variantes que habrá en la mesa directiva del Comité Olímpico se destaca que en vez de un atleta habrá dos (un hombre y una mujer). Además, en el resto de los puestos, Werthein propuso que “se reserven 4 lugares para las mujeres”. Esto llevaría a que -al menos- haya cinco representantes femeninas.

La limitación de edad para ocupar cargos será otra importante modificación. “75 años debiera ser el máximo, porque creemos que eso es razonable. Antes no había límite de edad. Y para ser consejero el límite será de 80. Creo que el legado que dejamos es empoderar a los jóvenes, empoderar a una generación para que lleve adelante el proyecto olímpico y que lo hagan con más éxito que nosotros. Tenemos que trabajar codo a codo, y darles su oportunidad. Sino, se generan dirigentes tapones, y no hay oportunidades para la gente que viene surgiendo. Eso es lo que debe cambiar".

"Si estoy liderando un cambio, una modernización, un espacio plural y democrático, debía dar el ejemplo. No me parece sano que alguien se perpetúe en el poder, en los asientos, porque eso confunde las cosas”, enfatizó.

Por tal razón, los mandatos presidenciales podrán extenderse hasta 12 años, lo mismo que sucede en el COI. Werthein, relacionado con el deporte gracias a la equitación, remarcó que pese a su decisión, seguirá ligado y apoyando desde otro lugar: “Amo el olimpismo y seguiré trabajando para cuidar a los atletas, pero me parece que el cementerio está lleno de imprescindibles. Hay que generar un recambio. Por eso incluimos un límite de tres mandatos”.

“Me pareció prudente y atinado dar el suficiente tiempo para que comiencen a prepararse los que les toque liderar el Comité Olímpico. Esto era algo que venía meditando hace meses, durante toda la pandemia. Me gustaría que haya renovación en el deporte argentino. Que se le dé lugar a las mujeres y espacio a los atletas. Hay algunas federaciones que aún no tienen Comisiones de Atletas. Nosotros debemos cambiar eso. Es sano que haya una renovación”, ratificó.

¿Dentro de los deportistas también habrá cambio?

–Los deportistas hoy están incluidos de la siguiente manera: hay una Comisión de Atletas, elegida por los propios atletas. La última vez se votó fue en los Panamericanos de Lima. Ellos designan al presidente, que es miembro de la Mesa Directiva del Comité Olímpico. Además hay un segundo atleta que es miembro del Consejo del Comité Olímpico. Ahora pasarán a ser dos en la Mesa Directiva. Tendrán un rol más importante, casi un 20 por ciento de representatividad. Estarán representados por un hombre y una mujer. He luchado mucho por esto. En las delegaciones olímpicas propuse que no haya más un abanderado, sino que haya dos. Un hombre y una mujer. Y a partir de Tokio 2020 se va a producir esto.

¿Cómo será el día después? ¿Seguirá ligado al deporte?

–Seguiré en el COA, ya que como miembro del COI soy parte de la mesa directiva. Me voy a poner al lado de los que le toque decidir para ayudarlos. Quiero representar y ayudar a los atletas. El olimpismo es mi pasión y seguiré vinculado a esto toda mi vida.

¿Qué balance hace de su gestión?

–Tuvimos hitos muy importantes. Creamos el Enard, que creo que cambió el paradigma del deporte en Argentina. Creo que es un logro muy importante para nuestros atletas. Fue el centro y pilar del financiamiento y crecimiento del deporte argentino. Otro logro muy importante para nuestro país fueron los Juegos Olímpicos de 2018. Todos fuimos parte, fue un hecho inolvidable. Es algo que aún me emociona. Los argentinos estuvimos todos unidos, todos juntos. Le demostramos al mundo de lo que somos capaces de hacer cuando estamos unidos. También se fueron dando más presencia en todo el territorio, trabajando cerca de las provincias, de los secretarios de deportes. Me parece que desde el Enard ayudamos a crear infraestructura deportiva en distintos lugares. La presencia argentina en el mundo creció muchísimo. Cuando llegué no teníamos casi representación. Nuestros dirigentes crecieron y ganaron espacio internacional, algo importante para poder ser invitados a distintos torneos. Jerarquizamos el trabajo y lo que significan los atletas.

¿Cómo está económicamente el COA?

–Es superavitario. Tiene ahorros y no tiene deudas. Desde que estoy jamás tuvo una deuda, y espero que nunca la tenga. Esa es la manera de gestionar el deporte. Somos independientes, no dependemos de ningún subsidio. Dependemos de nuestros propios recursos. Es una organización sana y transparente. Siempre fuimos auditados. Lo que uno hace hay que mostrarlo y controlarlo. Mi misión de ahora en más es cuidar a los atletas, cuidando sus intereses. Dejo la presidencia porque creo que es lo correcto, pero seguirá trabajando para los atletas.

¿Cómo ve a la Argentina de cara los Juegos Olímpicos de Tokio?

–Están todos trabajando duro. La cuarentena dejó algunas consecuencias, pero veo un trabajo muy dedicado, muy serio. Creo que ellos van a dejar todo para estar en las mejores condiciones. Convengamos que serán unos Juegos Olímpicos atípicos, nuestros atletas no tuvieron la oportunidad como las que tuvieron algunos europeos, de poder competir y medirse con sus pares. Es una desventaja importante, pero esperamos que puedan empezar a ir a competir, porque es esencial. Vamos a trabajar para que esto ocurra.