Han pasado 25 años desde que producto de una neumonía, complicada por una falla renal, fallecía en el Hospital Mater Dei, de Palermo, Juan Manuel Fangio, el ídolo más grande del automovilismo argentino, el piloto que fue el primero en conseguir cinco títulos mundiales de Fórmula 1. Que luego lo hayan superado en cantidad de títulos Michael Schumacher (7) y Lewis Hamilton (6), es para los entendidos sólo un dato matemático, porque lo conseguido por el hombre nacido en Balcarce, que empezó corriendo en el Turismo Carretera y llegó a la Fórmula 1 con 36 años, edad en la que el alemán estaba por retirarse y que el inglés cumplirá el año próximo.

Fangio, nacido el 24 de junio de 1911, dejó los estudios para dedicarse a la mecánica automovilística y participar en carreras no oficiales. En 1938 debutó en el Turismo Carretera manejando un Ford V8. En 1940 cambio de marca. Con un Chevrolet ganó el Gran Premio Internacional del Norte y se consagró campeón argentino de la categoría, título que repitió en 1941. Posteriormente compitió en las categorías Fuerza Libre (antecesora de la Fórmula 1 Mecánica Argentina) en la que se consagró campeón en cuatro años consecutivos, desde 1947 al 50. Los tres primeros años conduciendo un Volpi-Chevrolet y en 1950 a bordo de un Talbot.

A partir de 1947, con la colaboración del gobierno argentino, empezó a participar en los Grandes Premios del continente europeo, en los primeros años participaba de algunas carreras del campeonato y luego, entre 1950 y 58 lo hizo de manera continua consagrándose cinco veces campeón (1951, 54, 55, 56 y 57) y siendo dos veces subcampeón (1950 y 53).

Condujo autos de las mejores marcas: Alfa Romeo, Maserati, Mercedes Benz y Ferrari. Por entonces los calendarios no eran tan largos como en la actualidad. Las siete u ocho carreras, de esa época, son menos de la mitad de los torneos, salvo el del presente año acotado por la pandemia de coronavirus, que la televisión transmite a miles de millones de personas. La estadística de Fangio en la Fórmula 1 es altamente positiva. Corrió 51 Grandes Premios, obtuvo 24 victorias (casi la mitad), subió a 35 podios, largó 29 pruebas desde la pole position y marcó en 23 de ellos el récord de vuelta.

A 62 años de su retiro mantiene vigentes dos marcas: es el campeón más longevo -su último título lo ganó a los 46 años- y es quien tiene el mejor promedio de victorias (47,5 por ciento).

Su último triunfo lo logró en el GP de la Argentina de 1958, año en el que se retiró de la competición y se convirtió en esa leyenda que lo erigió como el Rey absoluto de la plusmarca mundial.

"Siempre hay que tratar de ser el mejor, pero nunca creerse el mejor".
 

"Los hombres cobardes ven la muerte muchas veces, los valientes sólo una".
 

"Saber pilotar es mucho más que volantear: es saber frenar. Frenar, es todo un arte".

"Las carreras no se ganan en la primera curva. Muchas veces se pierden".

JUAN MANUEL FANGIO - Quíntuple campeón de la F1

HORACIO LUCERO - Periodista radial jubilado

"Hablar de Fangio es mencionar gran parte de la historia épica del automovilismo argentino. Por cuestión de edad no pude cubrir su campaña periodísticamente pero pude conocerlo en su tarea como dirigente. Vino un par de veces a San Juan invitado por la Asociación Sanjuanina de Volantes cuando se estaba construyendo el autódromo de Zonda. Era un enamorado de esa pista y su gestión fue clave para que en 1968 viniera a correr la Fórmula 2 Internacional, con muchos pilotos que participaban de la Fórmula 1.

Era una persona maravillosa, muy educado, de modales sencillos y respetuosos. Fue el piloto más

grande nacido en nuestro país. Nadie pudo igualar lo que consiguió. El primer deportista que puso a la Argentina en la cima del mundo".

JORGE ENRIQUE PINARDI - Director de "Motores en Marcha"

"Mis recuerdos con Fangio me retrotraen a mi infancia en Realicó, mi pueblo de La Pampa. Con mi padre escuchábamos las carreras de Turismo Carretera y luego las de la Fórmula 1 en onda corta. Como vivíamos en el campo teníamos una radio que andaba con un acumulador de 6 voltios que se cargaba con energía eólica y teníamos que procurar que la batería no se descargara para poder sintonizar la señal de la emisora que las transmitía.

Ya periodista tuve la oportunidad de hacerle una nota para Radio Sarmiento, en su calidad de dirigente, material cuya cinta se extravió. Lo traté poco, pero gente que lo conocía mucho y por lo que uno leyó era una persona muy humilde. De trato campechano y sencillo. Un grande con mayúsculas".

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