Hace 22 años el sueño de tener un club de fútbol para poder disfrutar de la pasión futbolera se hacía realidad para Mónica Vela. Una deportista por naturaleza que había pasado por el básquetbol con la camiseta de Atlético Unión pero a la que el fútbol la seducía cada día más. Entonces, ese sueño tomó cuerpo y con el nacimiento del Palermo Sport Club, el fútbol femenino de San Juan empezó a tener su ámbito como para intentar desarrollarse en un momento en el que los prejuicios y la ignorancia no lo veían demasiado bien. Fue una lucha larga, constante, permanente. Tanto que demoró 22 años casi en lograr el primer campeonato oficial bajo la órbita de la Liga Sanjuanina de Fútbol con el reciente título del futsal, ganándole la final a Unión Vecinal San Damián por 7-1. Ese día, más allá del campeonato, Mónica sintió que su esfuerzo, esa lucha de 22 años, tenía por fin su fruto.

-¿Qué sentiste cuando consiguieron el primer título del futsal femenino con Palermo?

-El fútbol es mi vida. Imaginate cómo me pude sentir después de esa alegría tan grande. En ese momento, se me cruzaron todos los recuerdos desde hace ya 22 años cuando empezamos y fundamos el club Palermo. La idea siempre fue encontrar el espacio institucional para poder jugar y recién ahora se nos dio. Anduvimos por todos lados y en este 2011 se nos dio entrar en los torneo de la Liga Sanjuanina y a través del futsal pudimos darnos el gusto de jugar un campeonato como siempre lo quisimos.

-¿Qué tiene el fútbol como para atrapar tanto a una mujer como vos?

-No sabría cómo explicarlo. Es un sentimiento como dice la canción de las hinchadas. A mí siempre me gustó y a través de todos estos años en los que vi pasar tantas chicas por el club y por donde anduvimos jugando, entendí que al fútbol hay que sentirlo y no tratar de explicarlo.

-Hiciste muchos esfuerzos como para poder concretar este sueño ¿cuál fue el momento más difícil?

-Hubo muchos. Siempre fuimos las mismas chicas las que nos dimos fuerzas entre nosotras mismas para no renunciar a lo que sentíamos por el fútbol. Había veces en las que nos mirábamos y veíamos que estábamos solas y nos daban ganas de aflojar pero no. Seguimos peleando, buscamos recursos donde no había y siempre le dimos para adelante. Fuimos, viajamos, nos bancamos los gastos solas pero nunca dejamos de jugar. Eso es lo mejor que me pasó: conocer el valor de las chicas para seguir detrás de un sueño.

-Hablemos del fútbol de San Juan, ¿de qué equipo sos hincha?

-Me gusta San Martín pero el cariño que tengo por Colón Junior es muy especial. Será que yo vi todo el sacrificio que hacían los chicos para poder entrenar, jugar y competir. Me puso muy contenta el ascenso de San Martín porque es bueno para San Juan estar en Primera División, pero no me olvido de Sportivo Desamparados que también subió y puso a nuestro fútbol en los primeros planos. Yo soy más hincha del fútbol que de cualquier equipo.

-Si alguien te preguntara por qué una chica podría jugar al fútbol, ¿qué le dirías?

-Lo que dije antes: al fútbol hay que amarlo. Sentirlo. Esa es la única y principal razón para poder jugarlo. Mi vida es el fútbol y siempre lo sentí así. Tal vez por eso, en todos estos años siempre sentí esta pasión con la misma intensidad.