"Recién estoy cayendo, no lo puedo creer. Esto es como ganar un Mundial, lo ganan 11 pero es para toda la Argentina. Fue un Dakar duro, muy duro", dijo Patronelli, al llegar al autódromo de Baradero, lugar donde concluyó el Dakar 2011.

Alejandro mostró toda su felicidad por retener el título en cuatriciclos en la familia, ya que el año pasado la victoria le correspondió a su hermano Marcos, quien en esta ocasión debió abandonar la prueba. "Soñé con el triunfo desde el año pasado, pero nunca hasta una hora antes del final sentí que había conseguido la victoria. Esta es una carrera en la que no se sabe qué puede pasar a cada momento, por eso no se puede festejar por anticipado", puntualizó el piloto argentino. Patronelli se refirió luego a lo complicado que resultó el Dakar para él, y confesó que en algún momento pensó en abandonar debido a varias caídas sufridas en la primera parte de la prueba. "Cuando me rompí la mano y vi que acelerar se me hacía imposible. Quedaban 400 kilómetros en esa etapa y luego 7 u 8 etapas más, y las debía correr con una mano lesionada. Así que me dije: "Si la mano aguanta 400 kilómetros, yo podré aguantar los 5.000 kilómetros que faltan", señaló. Inmediatamente, el piloto nacido en Las Flores (Buenos Aires) agregó que "y acá estoy, campeón con una mano y media! Es mi recompensa. No había ganado nada desde el año 2000 y ahora soy primero en el Dakar. No me lo puedo creer". El flamante campeón de cuatriciclos del Dakar le dedicó esta victoria a los argentinos, a su abuelo y, en especial, a su hermano menor Marcos. "Habíamos perdido el ánimo, con la caída de Marcos. De hecho no deberíamos estar aquí. Por eso, este Dakar esta dedicado a Marquitos", concluyó Alejandro Patronelli.