El púgil argentino Sergio "Maravilla" Martínez, campeón emérito mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), admitió que desea ser protagonista "de una gran pelea" antes de que finalice la temporada 2011. "Quiero la gran pelea antes de fin de año", sentenció el bonaerense, quien antenoche derrotó por nocaut en el octavo round al ucraniano Serhiy Dzinziruk, en un combate celebrado en el MGM Foxwoods Casino, de Mashantucket, en el estado de Connecticut.

De esta manera, el boxeador oriundo de la ciudad de Quilmes, se alzó con el Cinturón de Diamantes instituido por el CMB, valuado en una suma que oscila en los 50 mil dólares.

"Quiero la gran pelea. Que sea con (Manny) Pacquiao, con (Floyd) Mayweather o con (Miguel) Cotto", expresó "Maravilla", quien lucía anteojos oscuros, a partir de una lesión que sufrió en su ojo izquierdo, golpeado en el séptimo asalto.

"No me gusta que me vean con la cara marcada", contó Martínez, después de haber sido conducido a un centro asistencial de la zona, donde se le practicó una sutura de cinco puntos por un corte.

Por ahora, lo único confirmado es que Martínez pelearía el 9 de julio próximo con el irlandés Andy Lee, quien en la misma velada venció por nocaut técnico en el 10mo. asalto al escocés Craig McEwan.

Con relación al éxito alcanzado sobre el ucraniano, Martínez comentó que, "el plan de pelea salió tal cual estaba previsto. Me salió a la perfección mi trabajo, porque estuve rápido y no lo dejé pensar. Ahí estuvo la clave", narró el boxeador quilmeño, que reconoció haber sentido una mano de su rival en el séptimo asalto.