A una semana del trágico choque en el que Martina García perdió a toda su familia en Ruta 40, la nena de 4 años continúa internada en el servicio de Terapia Intermedia del CIMYN, estable dentro del grave cuadro de salud que presenta.

Según informaron desde la clínica privada, la única sobreviviente de accidente de Pocito presentó insuficiencia renal aguda pero que ya fue resuelta. El lunes, los profesionales intentaron suministrarle pequeños volúmenes de agua vía enteral (por sonda) pero la nena los rechazó por lo que Martina permanecerá en ayunas con alimentación parenteral (por vena).

El trágico siniestro sucedió en vísperas de Nochebuena, el 24 pasado el mediodía, cuando un vehículo, en el que viajaba un matrimonio y sus hijos de 6 y 4 años, impactó contra un camión que circulaba en sentido contrario luego de que el rodado perdiera una de sus ruedas traseras.

Como consecuencia, Gabriel García Moyano, un reconocido conductor mendocino del programa televisivo "Especial Motor" y arquero del equipo de futsal del Jockey Club, u esposa María Fernanda Gómez y su hijo mayor, Ignacio, fallecieron en el lugar. Mientras que Martina quedó en grave estado de salud, internada en la provincia.

Parte completo de Martina García

Martina García de 4 años ingresó a la Unidad de Terapia Intermedia el 27 de Diciembre en horas de la tarde derivada de la Terapia Intensiva Pediátrica del Hospital Rawson con politraumatismos moderado, sin traumatismo encéfalo craneano, con traumatismo cerrado de tórax, contusión pulmonar bilateral resuelta, traumatismo de abdomen con laceración hepática, hematoma Subcapsular Hepático, Subcapsular esplénico e intraparenquimatoso renal con escaso sangrado abdominal e ileo intestinal controlada por cirujanos y ecografía, con buena evolución.

Fractura de fémur izquierdo con tracción de partes blandas.

Presentó durante su internación en el hospital Insuficiencia Renal Aguda que ya se resolvió. Se intentó ayer probar infructuosamente tolerancia enteral con pequeños volúmenes de agua por lo que permanecerá en ayunas con alimentación parenteral.

Su estado actual es estable y su pronóstico es aún reservado.