Entre los aspirantes a conseguir empleo en Educación, habría 9 que no se midieron a la hora de intentar cualquier maniobra para poder lograrlo.

El anuncio del llamado a inscripción para dar trabajo en puestos vacantes del Ministerio de Educación, terminó con nueve personas en la mira por presentar títulos profesionales y certificaciones de cursos, capacitaciones y otros similares, sospechados de ser falsos porque no coincidían con los originales. El caso fue denunciado en 2016 y ahora tomó impulso en la Justicia, donde ya citaron a declarar a las dos empleadas que detectaron esas anomalías, dijeron fuentes judiciales.

La ratificación del relato de esos testigos en el Tercer Juzgado de Instrucción, se sumará al análisis y producción de otras pruebas, como las pericias para determinar la originalidad o no de los certificados presentados. Si la anomalía es confirmada, los nueve denunciados pasarán a ser sospechosos de un delito que, en teoría, sería tentativa de estafa.

Si se confirman las anomalías, sería una tentativa de estafa.

Fueron autoridades de la Dirección Administrativa del Ministerio de Educación quienes denunciaron, el 29 de junio de 2016, que entre la documentación presentada por aspirantes a cubrir cargos docentes y otros puestos en planta permanente de Educación, había 9 personas que presentaron copias que no se correspondían con los originales.

El examen de esos documentos en esa oficina es clave, porque luego son derivados a la Junta de Clasificación Docente donde se los jerarquiza por puntajes. A mayor puntuación, más posibilidades de trabajar.

Había sido el fiscal Carlos Rodríguez quién pidió al juez Guillermo Adárvez, que ordene producir varias pruebas tendientes a comprobar la existencia o no de un hecho delictivo, como paso previo a determinar luego si los denunciados deben ser investigados y responder penalmente por el intento de una maniobra fraudulenta.