La fiscal que investiga el abuso sexual contra una menor de 14 años en un camping de Miramar, causa por la que tres jóvenes se encuentran detenidos con prisión preventiva, recibió ayer el informe de una pericia considerada clave: el análisis comparativo de ADN, que confirmó el hallazgo de material genético de sólo uno de los sospechosos, y de un segundo aportante que no está imputado. Se trata un joven que en caracter de testigo contó que horas antes había mantenido relaciones sexuales con la adolescente.  

"En nada cambia la hipótesis de trabajo de la fiscalía, la acusación no varía en lo más mínimo", dijo la fiscal Florencia Salas a este diario: "Porque de hecho la práctica sexual no se vincula sólo con la presencia de semen", sostuvo. Los acusa a Lucas Pitman, Tomás Jaime y Juan Cruz Villalba, marplatenses de entre 21 y 23 años, de abuso sexual con acceso carnal agravado, que prevé una pena de hasta 20 años de cárcel. 

Fuentes del caso contaron a Clarín que en su declaración, el joven que es uno de los dos aportantes de semen que reveló el estudio de ADN, había contado que ese mismo día mantuvo relaciones sexuales con la adolescente. Tiene 20 años y es integrante de una de las familias que había resuelto pasar la fiesta de fin de año en el camping El Durazno, de Miramar, con la familia de la adolescente. 

Con el resultado de la pericia genética en mano, los abogados defensores de los imputados prevén plantear ante el juez de Garantías Saúl Errandonea un pedido de cese de la prisión preventiva. "Hay nueva prueba que pone en duda la verosimilitud de la acusación de la fiscalía, por eso haremos el pedido, que es de urgente resolución", explicó Martín Bernat, abogado de Tomás Jaime. 

De los imputados, sólo se detectó material genético de Lucas Pitman. El muchacho, en su declaración ante la fiscal, reconoció haber mantenido relaciones sexuales con la adolescente, aunque "sin violencia". El otro confeso es Jaime, que contó que tuvo sexo oral y que no había eyaculado.

El tercer detenido, Villalba, fue señalado en una rueda de reconocimiento por la adolescente como uno de los que estuvo en la carpa, donde la madre la encontró esa madrugada. Emanuel Díaz y Roberto Costa, a quienes la adolescente no señaló en esa rueda de reconocimiento, recuperaron la libertad, aunque por ahora continúan vinculados a la investigación. 

El episodio investigado ocurrió en las primeras horas del 1° de enero. La mamá de la adolescente despertó y al notar que su hija no había regresado al bungalow donde se alojaban, salió en su búsqueda en plena madrugada. No tardó mucho en encontrarla, a pocos metros de su alojamiento, en una carpa iglú de los cinco amigos. Unos dormían, otros estaban con ella.