Está aislado en el penal de Junín porque teme por su seguridad. Cuando lo ven, los otros presos le gritan “asesino de chicos”. Cambió de abogado y avanza en una nueva estrategia de defensa. Y dicen que en una semana de encierro forzoso perdió 10 kilos y que hasta “llora y clama por su inocencia”.

Así está pasando su primera semana en la cárcel Adalberto Cuello, el hombre acusado por el crimen de Tomás Dameno Santillán de 9 años ocurrido el martes 15 de noviembre en la localidad bonaerense de Lincoln. Para colmo su situación procesal se complicó porque ayer su novia y un amigo ratificaron que el sospechoso no estuvo con ellos el día de la desaparición y posterior muerte del niño como lo afirmó en su primera declaración indagatoria lo que echó por tierra su principal coartada. En este contexto adverso, Cuello de 38 años, cambió de abogado defensor y se apresta a jugarse sus últimas cartas para intentar despegarse del crimen y hasta le confesó a su padre que “si me condenan, me ahorco”.

Nueva estrategia
Su nuevo abogado, Hugo Icazati, adelantó ayer en medios nacionales que la estrategia de la defensa se centrará en dos puntos. Por un lado, Cuello solicitará ampliar su declaración indagatoria “porque quiere aclarar algunos puntos de su anterior testimonio”.

Además, solicitará un careo con su novia María Inés Márquez, que ayer, además de ratificar que no estuvo con él, brindó otros “detalles” que lo complican más.

Icazati pedirá el falso testimonio agravado de la mujer y expresó su “confianza” en que los dichos de la novia queden anulados a la hora de ser evaluados por la fiscalía.

Al llegar a los tribunales de Junín para interiorizarse de la causa, el letrado dijo que Cuello “clama por su inocencia y llora. “Él manifiesta una terrible condena social, que la padece tanto él como su padre. Todo eso le duele mucho‘, dijo el letrado. Respecto a la investigación que lleva adelante el fiscal Javier Ochaizpuro, Icazati explicó que, a su parecer, “es una causa que se va a resolver en base a las pericias científicas. Ante la ausencia aparente de testimonios directos que lo incriminen (a Cuello), los peritajes de ADN y de las pruebas recolectadas serán imprescindibles”.

Tomás desapareció alrededor de las 12.15 al salir de la escuela Domingo Faustino Sarmiento de Lincoln. El fiscal acusa a Cuello de haberlo asesinado en venganza contra la madre del niño.