Silvina había vuelto a su casa como a las once y media de la noche del miércoles luego de preguntarle a su hermana si, como siempre, harían el viaje desde Albardón a la feria capitalina a comprar mercadería y carne. Apenas llegó la rutina en su casa siguió su curso normal hasta que se acostó, como a las 2 de ayer. Pero apenas se durmió escuchó a su vecina llamarla a viva voz desde la calle. Cuando salió, un poco asustada, no tardó en descifrar la desesperación de la mujer: un esplendor de las llamas copaban por completo el Ford Escort naftero modelo 92 que había comprado hace un año con el fruto de su trabajo como pequeña comerciante. Y enseguida atinó a hacer algo pero la apartaron bruscamente por el peligro de que explotara el tanque de combustible. Desde lejos, algunos se animaron a tirar algo de agua pero fueron los bomberos los que controlaron el siniestro cuando ya había consumido el auto, el techo de cañas en el que pensaba poner machimbre y la parte externa de su equipo de aire acondicionado.

"Me lo quemaron, porque si hubiera sido para robar se llevan una rueda o la plata, el celular o un bolso con ropa de mi hijo mayor (un varón de 13 años) o la pileta que tenía en el baúl, pero hay restos de esas cosas. Además, no fue una falla eléctrica porque hace dos semanas que el auto me lo vio un electricista y quedó bien. Tampoco creo que sea una falla del auto porque lo uso muy poco, para llevar los niños a la escuela o para ir a la feria dos veces por semana. Sé quién puede ser pero voy a aportar esos datos a la policía", aseguró ayer Silvina Toro (38 años, separada) en su casa del cruce de Maestro Anea y Proyectada II, en Villa Villicum, Albardón, donde vive con sus dos hijos (tiene también una nena de 9 años).

Todo pasó alrededor de las 2.30 de ayer. Y en la policía de Albardón no descartaban el origen intencional de las llamas, aunque por ahora, esperan el resultado de las pericias de Bomberos.