Amenazó de muerte a la madre de su hijo de 3 años. La puso contra la pared y le hirió el cuello con la llave del auto, al tiempo que le decía: "Te voy a cagar matando, ya mande a que te apuñalen mis amigas de la cueva del chancho y no estabas". Cuando la mujer intentó escapar le dio un puntapié en el tobillo y la lastimó con el portón de madera que da a la calle. Al final, él tuvo la ocurrente idea de llamar a la policía para acusarla de que era ella quien lo tenía "encarcelado" porque "no me deja salir de la casa". Ese dramático momento puso fin a siete años de violencia ininterrumpida y la Justicia dictaminó que el agresor, Fabio Olivares, tenga 9 meses de prisión de cumplimiento condicional; a su vez, no podrá acercarse a la víctima a menos de 300 metros y sólo verá al menor previo a que un familiar suyo lo retire de la casa; además deberá pagar 4.000 pesos por alimentos. Así lo dictaminó Flagrancia.

La llave con la que lastimó a su pareja y las secuelas del golpe con el portón.

El conflicto era una moneda corriente en una relación que no tuvo un momento de paz. Incluso, cuando la situación era insostenible, la víctima de Fabio Olivares acudió a pedir auxilio al refugio de Amas de Casa del país, donde estuvo 7 meses. Pero el comportamiento del agresor, que siempre argumentaba que podía e iba a cambiar, hacía que la mujer regresara al domicilio. Escenas parecidas se repitieron hasta aquella noche del jueves 8 de enero.

Olivares había salido la noche anterior con amigos y recién apareció por la vivienda ubicada en el Barrio El Inca (Chimbas) al otro día. La damnificada decidió ignorarlo, salió a trabajar y volvió alrededor de las 20.30. Harta de la situación, acomodó la ropa de Olivares y le pidió que se fuera de la casa. Por supuesto, comenzaron a discutir y, tal como otras veces, el hombre encolerizado se abalanzó sobre ella y la puso contra la pared. Ahí fue cuando le hirió el cuello con la llave del auto, mientras la amenazaba de muerte. Ella logró zafarse de los brazos de él y correr a tomar a su hijo y salir de la casa. Sólo llegó hasta el patio. 

Así quedó la herida en el cuello, después de un par de horas.

A continuación, Olivares -para no golpear al niño- empezó a atizarla con la punta de la misma llave, en la cabeza. La mujer atinó a escapar de la vivienda, pero no tuvo suerte, él forcejeó y volvió a lastimarla, esta vez con el portón y un puntapié en el tobillo para que no pudiera abandonar la propiedad. Todo confirmado por fuentes judiciales.

Más tarde, cuando la víctima estaba rendida en el interior de la casa, Olivares llamó a la policía para acusar que su pareja lo tenía "encarcelado", que lo estaba golpeando y que no lo dejaba salir de la casa, por lo que pedía la presencia de personal policial. De modo que, luego de eso, salió de la casa con el niño y después de un rato regresó. Para entonces, los uniformados ya habían recabado la información suficiente y lo arrestaron. Quedó detenido en la Comisaría 17° hasta el juicio abreviado que lo sentenció a la prisión condicional.