El pasado 28 de junio, César Bustos de 87 años fue sorprendido en su vivienda de Rawson por un grupo de delincuentes que lo golpearon hasta dejarlo inconsciente sobre un charco de sangre, destruyeron su casa, rompieron hasta los caños del gas y se llevaron al menos 70 mil pesos. A 2 meses de aquel brutal hecho, el anciano sigue luchando en una cama de Terapia Intensiva de una clínica privada. Sin embargo, sus fuerzas son cada vez más escasas y “su vida pende de un hilo”, reconoció Mabel, su nuera, quien una vez más pidió justicia. “La causa está parada, todavía no hay responsables y él sigue sufriendo”, reflexionó.

“Su estado de salud es muy grave. Lo tuvieron que operar nuevamente para ponerle un botón gástrico, sigue con traqueotomía, sondas e inconsciente. Anteayer sufrió una convulsión y ayer, se descompensó de nuevo. Su vida pende de un hilo y está sufriendo mucho”, contó Mabel con la voz entrecortada.

Y confió: “Dios lo sostiene en su mano y él siempre ha tenido tanta fuerza que sigue luchando. Antes del ataque era completamente independiente, se movía por sus propios medios. Nos parte el alma verlo así. No podemos entender que esté así, porque no es que sufrió una enfermedad y es que lo dejaron así a golpes. Ahora estamos todo el día pendiente del teléfono, suena y rogamos que no sea la peor noticia”.

En ese contexto, comentó que “la causa judicial sigue abierta, pero no avanza. Nosotros pedimos que esto no quede impune, porque además no es el único caso. Hace unos días mataron igual a una anciana en Pocito y uno no lo puede creer. Ellos no tienen corazón, no tienen consideración y con la ley se les debería responder de la misma manera. Pero pareciera que el sistema no funciona”.

Para finalizar, Mabel destacó: “Mi suegro es una persona buenísima, querida por todos, amable, gaucho, bondadoso. Él está sufriendo mucho y nosotros también, es imposible sobrellevar esto psicológica, emocional y económicamente. Queremos justicia”.