Ropa de grafa, tranquilo, como un cliente más. Así entró ayer uno de los ladrones a una carnicería de Rivadavia. Preguntó por el precio de los chorizos y como vio que en el local habían clientes, se fue. Eran las 13.20, hora que Sergio Boero -el dueño- decidió cerrar más temprano que de costumbre. Pero no alcanzó a hacerlo. En ese momento apareció el supuesto cliente y dos cómplices a bordo de dos motos. Los tres ingresaron al local y redujeron a golpes al dueño, un socio y dos empleados. Luego, los delincuentes escaparon con un jugoso botín: $4.860 de la recaudación de la carnicería, otros $50.000 producto de las ganancias de otro local, dos celulares, un costoso reloj, un monitor de PC, precisó el propietario asaltado.

El drama lo vivió ayer, Sergio Boero en su carnicería "MB", ubicada en Esteban Echeverría al 1526, en el Bº FOEVA, Rivadavia. El dueño estaba acompañado por el cortador de carnes Miguel Morales, el cadete Luis Oviedo y un socio llamado Roberto -prefirió no dar su apellido-, con quien tiene un local en Mendoza, explicó Boero.

"Primero entró un tipo vestido de obrero a preguntar por unos chorizos. Dijo que vendía choripanes y al rato se fue. Pero cuando estábamos por cerrar, regresó con otros dos ladrones (uno con anteojos) cuando no habían clientes", contó el carnicero.

Los sujetos llegaron en motos y sacaron unas pistolas. Primero tiraron al piso al cadete, después al cortador de carne y luego a Boero, que estaba en la caja. El dueño se arrodilló y un ladrón le pegó un cachazo mientras le sacaba el reloj. En eso también sacaron 4.860 pesos de la recaudación.

Cuando uno de los asaltantes pasó detrás del mostrador de la carne, vio que Roberto estaba sentado en una oficina contigua y enfiló hacia ese lugar. Ahí le robó un bolso con 50.000 pesos que había sacado minutos antes de un banco y que eran las ganancias de un local que tienen en Mendoza, contó Boero. Los ladrones, además del dinero, se llevaron celulares y el monitor de una computadora. Luego huyeron, no sin antes sacarle las llaves a la moto del cadete para que nadie los siga. "No creo que lo hayan seguido a mi socio desde el banco, creo que fue algo al voleo. En un momento pensé que me iban a pegar un tiro y ahora no sé qué medidas de seguridad tomar", comentó Sergio Boero.