Los padres del bebé de 18 días que el 21 de julio pasado murió en Rawson a causa de un violento desprendimiento de su cabeza, llegaron ayer otra vez al Quinto Juzgado de Instrucción para mirarse las caras y contar su verdad. Y otra vez se mantuvieron en sus dichos: María Agustina Gil (19) reiteró que su pareja José Antonio Garrido (18) le tiró el pelo, le dio una cachetada y quiso darle una trompada con su mano izquierda, que al final fue a dar al niño que estaba en sus brazos cuando ella esquivó ese golpe. Y aunque Garrido había culpado a la joven de matar al niño con un codazo cuando se sacó una traba del pelo, ayer dijo que en realidad había salido y cuando volvió el bebé estaba muerto, dijeron fuentes judiciales.