El antes y después. Lourdes antes del accidente. Abajo, llena de moretones y con varios dientes partidos, después de que la chocara el policía.


Dice que le duele todo. Que no puede creer que le tocó a ella. Que su vida le cambió de un momento a otro. Pero admite que no se puede quejar, que pudo ser peor y que agradece que lo puede contar. Incluso deja escapar una tímida sonrisa después de confesar que siente que está “horrible” cuando se mira en el espejo. Y... claro: tiene el rostro lleno de moretones, le faltan dientes y todavía no se le va la hinchazón en algunas partes del cuerpo. Ella es Lourdes Millicay (23), la joven que el miércoles de la semana pasada cuando volvía de trabajar en bicicleta fue arrollada por un auto que conducía un policía, quien después del impacto se dio a la fuga, en Pocito.



Tras permanecer 9 días internada en el Sanatorio Mayo y pasar por varios altibajos, el último viernes recibió el alta provisoriamente por el fin de semana, pues mañana debe regresar para que la operen nuevamente de la fractura que tiene en el maxilar superior.


Aprovechando su corta estadía fuera de la clínica, Lourdes habló con DIARIO DE CUYO, en la primera vez que lo hace después del accidente. “La verdad es que no me acuerdo de nada, de ese día ni siquiera recuerdo si fui a trabajar o si iba en bicicleta, ni cuando se me vino el auto encima. Me dijeron que después del choque yo estaba en el piso y deliraba, pero yo no me acuerdo. A los días recién mi familia me fue contando lo que me había pasado”, cuenta con algo de dificultad para hablar, pues le cuesta modular porque todavía tiene la boca hinchada.


La chica, que nació en La Rioja pero que cuando tenía 11 años se vino junto a su familia a San Juan, es la mayor de tres hermanos. Cuando terminó la secundaria empezó a estudiar Administración Pública en la UNSJ, pero en marzo del año pasado un revés inesperado la obligó a abandonar. “Cuando falleció mi esposo ella dejó de estudiar para ayudarme a mí con la economía de la casa. A mí eso me dolió en el alma”, señaló Verónica, la madre.


Lourdes entonces empezó a trabajar en una avícola cerca de su casa, en el barrio FOECyT, en Pocito. De ese lugar salió rumbo a su hogar a eso de las 22.30 del pasado 27 de febrero, cuando en inmediaciones de Calle 5 y San Miguel, el cabo Juan Arce (trabajaba en la seccional 6ta, ahora está detenido) la atropelló en su Ford Ka y huyó. Una vez que lo detuvieron, trascendió que dijo que creía que había chocado a un perro. “Eso me dio por las b.., es un hijo de p.., es indignante”, disparó muy enojada. Sin embargo, toda la bronca se le pasa cuando se tranquiliza y reflexiona. “Lo importante es que estoy acá, viva y con ganas de recuperarme”, concluyó.