Eliseo "Pachico" Rodríguez (78) optó por no decir nada al tribunal antes de que el juicio en su contra concluyera. Su compañero de causa, el "Chileno" Juan Adrián Riveros (33), sin embargo, insistió en que él no mató de un tiro en el rostro al hermano de "Pachico", Herman "Mito" Rodríguez (82) el 18 de abril del año pasado sobre las 13,30 en su finca de Pocito. Instantes después, los jueces Andrés Abelín Cottonaro, Diego Sanz y Javier Figuerola, por el contrario, daban por cierto la teoría fiscal y los declararon culpables de homicidio agravado por el uso de un arma de fuego, considerando autor a Riveros y partícipe principal al hermano de la víctima.

El resultado conformó al fiscal coordinador Adrián Riveros y a los ayudantes fiscales Leonardo Arancibia y Sebastián Gómez, quienes en todo momento sostuvieron que el crimen de "Mito", ocurrió porque su hermano quería quedarse con su parte de la finca que habían heredado de sus padres en Pocito.

El fallo dejó más que satisfechos a los familiares de la víctima, como su sobrina, quien no dudó en dar las "gracias" por la condena aplicada a su tío, al que trató de "obsesivo, acosador y hostigador" de su hermano asesinado. "La policía debería haber hecho algo antes de que lo maten", dijo la joven entre lágrimas.

Los defensores anticiparon que buscarán revertir la situación de sus clientes ante otro tribunal

Hoy, Fiscalía y los defensores Martín Zuleta y Jorge Olivera Legleu, volverán a cruzarse, pero para determinar el monto del castigo que recibirán los condenados. Fiscalía insistirá en que deben recibir 20 años de cárcel. Todo indica que Riveros seguirá en prisión, "Pachico" tiene prisión domiciliaria.

Los defensores buscarán atenuar la condena contra sus clientes, en lo posible hasta el mínimo (10 años y 8 meses). De todos modos, están convencidos también de que recurrirán ante otro tribunal para que ambos sean desligados, pues a su entender no se probó que estuvieran vinculados.

El defensor de Riveros (Olivera Legleu) había apostado a que todo el proceso sea anulado, ya que entendió que su cliente había sido detenido sin orden judicial. En todo caso, aseguró que pudo caberle un encubrimiento, porque sólo recibió de "Pachico" el arma homicida y la moto del fallecido, sin saber de dónde las había sacado. Pero en su alegato dejó a salvo que tampoco debían aplicarle encubrimiento, "por la especial gratitud" de Riveros con Pachico, quien le prestó un rancho y le daba changas. Zuleta, a su turno, dijo que no se podían aplicar a su cliente, de manera extensiva, las pruebas contra Riveros, a quien le hallaron la moto de "Mito" y el arma homicida (fue condenado por portarla ilegalmente). Y cuestionó los argumentos para considerarlo coautor del homicidio.