El crimen en el Bombal ha conmocionado a todos los mendocinos. Los sueños de Luziano Moreno quedaron truncos a sus 30 años. Un intercambio ilegal de pesos por dólares fue lo último que intentó hacer antes comenzar una vida en Estados Unidos. Pablo Rivas Stewart, según creen los fiscales y declaró un testigo presencial, fue quien lo asesinó dentro de su auto, a puñaladas.

Para la fiscal Claudia Ríos no hay mucho más por investigar. Si bien Rivas no quiso declarar de manera oficial, las pruebas recabadas lo ponen en el lugar del asesinato, con su cuchillo en la mano. Por ello seguirá detenido e imputado, en principio, por homicidio criminis causa en concurso real y robo en grado de tentativa; delitos que lo podrían llevar a cumplir una pena de prisión perpetua si la Justicia decide finalmente que es el culpable.

Los 22 mil dólares que Luziano Moreno iba a buscar no solo no aparecen sino que, lo que creen los investigadores, es que nunca existieron.

La víctima habría quedado en encontrarse con Rivas, ex empleado judicial y hermano de la reina de la Vendimia de San Rafael 2008, para realizar un intercambio de divisas: poco más de $4 millones a cambio de, según declaró el acusado a la policía en un testimonio espontáneo, los famosos 22 mil dólares.

La Justicia cree que la transacción nunca iba a darse y que el crimen se dio como consecuencia de un robo que salió mal.

Pablo Rivas fue a la cita con Luziano Moreno armado con un cuchillo y en el auto encontraron una botella con nafta... ¿para eliminar rastros? Los dólares, no están por ningún lado.

La fiscalía lo imputó por homicidio criminis causa en concurso real y robo en grado de tentativa, esto último porque el bolso con los $4 millones que habría llevado Moreno fue encontrado en el mismo momento en el que Rivas aparentemente buscaba deshacerse del cuerpo.

Los pequisas tienen en su poder además el teléfono tanto de la víctima como del acusado por lo que esperan que al analizarlos, termine de cerrar la historia para que se transforme en caso resuelto.

El llamado al 911

El llamado de un vecino al 911 a las 14.30 del jueves fue clave para el rápido accionar de la Policía. El sujeto oyó una fuerte discusión y desde su ventana vio todo lo que pasó. Dentro de un auto estacionado en calle Leopoldo Suárez al 600, en el barrio Bombal de Ciudad, el acompañante agredía con un cuchillo al conductor. Después de esa escena, se bajó, cambió al conductor de lugar y se puso al volante para huir conduciendo.

Cuando estaba en un descampado en Godoy Cruz dispuesto a deshacerse del cuerpo de Luziano Moreno, llegó el móvil policial para truncar su objetivo. El VW Fox blanco fue interceptado. En él estaban el cadáver con lesiones en el cuello y en el tórax, el presunto homicida, el arma, los $4.009.000 y una botella con nafta, que aún no se sabe de quién era ni porqué estaba allí.

Los 22 mil dólares

La versión surge de los policías que se topan infraganti con Pablo Rivas. Al ser interceptado, el hombre de 27 años habría relatado espontáneamente lo sucedido, desde su visión. Según contaron, Rivas dijo que él le había dado ese cifra en moneda estadounidense a Luziano Moreno, quien en ese mismo instante se la dio a un tercero que apareció en moto.

Que la víctima no había llevado el dinero en pesos acordado y que en el auto se quedaron esperando a que otra persona se lo trajera para completar la transacción.

Que en ese momento empezó una fuerte discusión y que Luziano Moreno quiso agredirlo por lo que él se defendió con el cuchillo, que había llevado por precaución.

Esa declaración no fue reiterada ante la fiscal Claudia Ríos por lo que no tiene validez como prueba pero sí le sirve a la Justicia para hacer encajar las piezas del rompecabezas.

DIARIO UNO