Una peluquera de 27 años denunció que fue abusada sexualmente en un hotel alojamiento de Caucete por dos sujetos que se encuentran presos: uno es primo de su marido y el otro es un santiagueño compañero de trabajo de un tercer hombre con el que había "pegado onda", que también fue detenido. "Con uno tuve sexo consentido, los otros dos se metieron a la pieza y me violaron", dijo ayer la víctima, sin poder contener las lágrimas.

Todo ocurrió durante la madrugada del último domingo. La versión de la denunciante indica que los tres sospechosos, conocidos entre ellos, llegaron a una casa donde ella estaba con unas amigas. Allí estuvieron bebiendo alcohol y fue cuando entabló "cariño" con uno de ellos. El drama -según su relato- comenzó cuando decidieron irse de esa vivienda, a eso de las 6. "El chico con el que yo pegué onda iba a llevar a sus amigos a sus casas y me iba a dejar a mí al último. En el camino nos pusimos a joder, íbamos a comprar más bebidas pero me propuso ir al hotel y me dijo que los otros se iban a quedar en el auto", contó.

El auto con las cuatro personas entró a un hotel alojamiento ubicado en calle España, en Caucete. A la habitación ingresaron primero quienes habían consentido la cita, pero al rato se sumaron los otros dos, aunque eso en primera instancia no significó un problema. "En la habitación hay una barra, pedimos una cerveza, jodíamos, nos reíamos, estaba todo re bien. Fuimos a la cama con el chico con el que tenía onda, fue todo consentido. Estábamos los dos tapados y cuando miro, estaban los otros dos sin ropa. Ahí empezó la locura. Uno me agarró de las mechas y me obligó a que le hiciera sexo oral mientras el otro se me prendió de atrás, así como si nada", expresó, a puro llanto. Y agregó, cuando pudo recuperar la voz: "Estaban re locos... no me quiero ni acordar. Nos conocemos, jamás se me cruzó por la cabeza que iban a hacer una locura así, más uno de ellos que es parte de la familia".

En cuanto pudo, la víctima intentó salir de la habitación y en ese momento recibió un botellazo que le lastimó la boca. También tiene un moretón en la espalda y rasguños en los brazos, lesiones que, según ella, fueron constatadas por un médico legista. "Sinceramente estábamos todos tomados, muy alcoholizados. Agarré mi ropa y les dije que me llevaran a la casa de mi amiga. Ellos me decían que era una broma, que no me enojara, querían hacer como que nada había pasado. Cuando salimos se me burlaban, me decían que era una gorda p... que no podía hacer que se les parara, me denigraban y se reían a carcajadas", acusó.

El caso se destapó cuando fueron a cargar gas a la YPF de Caucete. Allí supuestamente la amenazaron con contarle a su marido y a sus suegros, y ella llamó al 911. Los tres acusados fueron apresados en el lugar y ahora enfrentan una investigación a raíz de la denuncia de la mujer en el Cavig. "Estoy para la miércoles, no puedo dormir ni comer. Leer los comentarios de la gente me puso re mal, intenté tomar un montón de pastillas y mi marido me frenó", cerró la mujer.