Tiene 19 años y el rostro de un niño, con gestos embotados. Pero nada más alejado de la realidad: intelectualmente, el jujeño Joaquín Daniel Tejerina Aibar demostró estar mucho más allá de sus engañosas impresiones. Tan creativo resultó, que en su plan de enamorar y manipular a una jovencita sanjuanina para someterla a sus designios y le siguiera mandando fotos y videos de tono sexual (ella le mandó 108 videos y 246 fotos), amenazó a sus padres (incluso a través de dos de sus contactos en Colombia y Buenos Aires), presionándolos con evidencia concreta de que no era broma: les mandó fotos de la madre que constan en sitios como el SIFCOP (Sistema Federal de Comunicaciones Policiales) de la Policía Federal o la Anses, en el que incluso modificó el correo y otros datos de la mujer.

Hasta el colegio donde concurría la niña y otros dos familiares cercanos de la menor recibieron el material íntimo de la víctima.

El 12 de mayo del año pasado, el padre de la chica (por entonces de 16 años) denunció en la UFI ANIVI. Y la investigación que encararon el fiscal Duilio Ejarque y el ayudante fiscal Duilio Spatzer, lo puso al descubierto. Lo apresaron en su casa de la localidad jujeña de Palpalá, el pasado 26 de diciembre, donde encontraron numerosa cantidad de pornografía infantil.

Una vez en San Juan, dio otra muestra más de su creatividad. Para zafar de la Justicia, días atrás se fingió loco: dijo que escuchaba voces y veía sombras, pero el equipo de salud del Hospital General Dra. Julieta Lanteri desnudaron enseguida su maniobra. Le dieron un placebo (falsa medicina) y Tejerina se mostró "mejorado" de las "alucinaciones que no padecía", pues los profesionales supieron en el acto que su conducta no se correspondía con la que habitualmente demuestran las personas realmente afectadas por esa enfermedad mental.

Ayer, comprendió que no le acarrearía mayores beneficios esperar un juicio oral, con testigos y la contundente prueba en su contra. Por eso a través de su defensora, María Filomena Noriega, pactó un juicio abreviado con el fiscal Duilio Ejarque. Y ante el juez Diego Manuel Sanz, ratificó su intención de recibir 8 años de cárcel por los delitos de grooming contra la chica sanjuanina, tenencia y distribución de pornografía infantil agravada por la edad de las víctimas (niños menores de 13 años) y amenazas contra los padres de la menor. El juez ratificó ese acuerdo, pero le impuso un castigo de 7 años y lo mandó al Penal de Chimbas.

EL ORIGEN

Todo comenzó en 2020, cuando la menor fue agregada al grupo de Whatsapp "Unión", cuyos miembros le eran desconocidos. El 14 de enero de 2021 se puso de novia virtualmente con Tejerina, quien se hizo pasar por Martín Fernández, supuesto mendocino de 16 años. Durante todo 2021 mantuvieron esa relación de noviazgo, que pronto derivó en el envío fotos y videos sexuales de la niña: en todo ese año, le mandó 108 videos y 246 fotos. La menor también accedió a que su "novio" tuviera sus claves de su red social, a la que accedía no sólo ese sujeto que nunca le mostró su cara. La relación, sin embargo, pasó a una manipulación de trato violento que llevó a la menor cambiar sus contraseñas en marzo de 2022. Su decisión no le cayó bien a Tejerina, que amenazó con "matarla o desfigurarla". Por eso la chica lo bloqueó. Fue entonces que la bronca desbordó al acusado. Mandó las fotos sexuales de la niña a sus padres, a quienes mensajeó y amenazó, en complicidad con un colombiano (aún no localizado) y un chico de 17 años de Banfield, Buenos Aires, a quien trataba de "aprendiz". Ayer, el juez dispuso que sea investigado en su provincia.

Cuando la sentencia quede firme, Tejerina podrá pedir cumplir su castigo en Jujuy.