GASTÓN TELLO admitió ante el juez que mató a su rival.

Fue una noche de alcohol, de drogas. Y también de ánimos conflictivos, de peleas, de reavivar viejas disputas entre rivales ya conocidos del barrio Camilo Rojo y la Villa Muñoz, en Santa Lucía. Aquella noche, la del 19 de julio de 2015, los contrincantes se encontraron en un cumpleaños de 18 en el salón de la Unión Vecinal del barrio Camilo Rojo. Pero alguien decidió llevar las habituales trifulcas a un plano aún más violento. Y usó un arma. Y mató. Esa persona fue Aldo Gastón Tello (22) y ayer lo confesó: dijo que por el consumo de cocaína y porque un amigo que lo alentó a usar un arma (una carabina 22 acondicionada como pistolón) la ‘agitó’, se disparó y le dio tiro en el pecho a Fernando David Arredondo (23), porque se le venía encima. También dijo que luego se arrepintió. Tello nada tenía que ver con esa pelea y ayer aseguró que ni siquiera conocía a Arredondo, quien murió 26 días después, el 14 de agosto de aquel año.


Para el fiscal de Cámara Gustavo Manini, su versión no fue más que un intento por sembrar duda en un punto que los testigos y las pericias habían dejado claro: el arma funcionaba correctamente y debía gatillarse para disparar. Además, a Tello lo vieron apuntar y gatillar.


Así, consideró que el acusado cometió el delito de homicidio, agravado por el uso de un arma de fuego, lo que elevaba la escala penal. Por eso ante el juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) pidió una condena de 14 años de prisión.


El defensor del imputado, Gustado de la Fuente, basó su alegato en la confesión de Tello, en el hecho de que el crimen ocurrió en medio de una situación de descontrol de su cliente por el consumo de alcohol y drogas. Y aunque aceptó que cometió un homicidio, pidió que no se aplicara el agravante del uso de un arma de fuego. Por eso pidió el mínimo de la pena por homicidio simple, 8 años.


Hoy, el acusado podrá decir sus últimas palabras y el juez dará a conocer cuál será su decisión final.