‘No habló’. Según la madre de la menor, en la entrevista videograbada en el ANIVI, su hija no reveló detalles de lo que vivió durante los días en que estuvo en casa de supuestos narcos.


Dentro de nuestra pobreza, con mi marido tratamos de darles todas las comodidades a nuestros hijos. Tienen agua caliente, televisión, internet y aún así mi hija se fuga. Es la quinta vez y estamos pidiendo ayuda a gritos porque no sabemos cómo contenerla. Encima no sabemos si está embarazada o si le contagiaron algo”.

El desesperado pedido lo hizo ayer una empleada doméstica de Chimbas que hace unos días vivió una odisea con su familia: su hija, de 13 años, se fugó y estuvo 4 días desaparecida. Por 4 días, la buscaron por todos lados, hicieron la denuncia y hasta se metieron en su Facebook. Así supieron que estaba en la casa de unos “narcos” de la “Cueva del Chancho”, donde aparentemente consumió drogas y la abusaron. Lejos de quedarse de brazos cruzados, uno de sus hermanos, de 17 años, se metió de prepo en ese lugar. Pero no fue un rescate sencillo, porque un sujeto salió y le disparó y otros hermanos evitaron que lo lincharan mientras escapaba.

Según fuentes judiciales, saben quién es el sujeto que la raptó, pero aún no lo localizan



El hecho trascendió ayer, pero ocurrió entre el 29 de junio y el 3 de julio pasados. La mujer (no identificada por razones legales) contó “tengo 7 hijos. Ella no sé por qué empezó a fugarse en diciembre. Siempre la encontramos a las horas y las anteriores cuatro veces le hablé y hasta le pegué. Pero no entiende”. A partir de allí, su familia prácticamente se debe turnar para evitar que se escape. La última vez, la chica volvió de gimnasia y huyó. “Esperamos 24 horas e hicimos la denuncia. Jamás se había ido tanto tiempo. La buscamos por todos lados. Cuando nos metimos a su Facebook supimos que estaba en dónde venden droga, en la “Cueva del Chancho”. Parece que allí se drogó y la abusaron”.

Al enterarse, su hermano se metió en esa vivienda. “La sacó y la cargó en la bicicleta. Un tipo salió y les disparó. La gente de la villa se amontonó alrededor y diga que estaba mi otra hija que los ayudó a escapar hacia la comisaría. Ella no entiende la gravedad de esto. Podrían haber matado a alguien, pero ella se ríe y defiende a esa gente. Encima tuve que dejar de mandarla a la escuela y yo de trabajar para estar cuidándola como una celadora”, dijo la mujer.