Un pasajero que subió este jueves por la mañana a un colectivo de la Línea 33 de la empresa Albardón se topó con una situación inédita. Primero, advirtió que el chofer emanaba olor a alcohol y, segundo, le resultó algo sospechoso cierta impericia para hacer algunas maniobras.

Así las cosas y sin que el conductor lo advirtiera, este hombre decidió llamar al 911 para alertar sobre la situación. Los operadores informaron a un móvil policial y éste interceptó el vehículo en Mendoza antes de San Luis, en Capital.

El chofer a la comisaría y el colectivo secuestrado

De inmediato que lo entrevistaron, los efectivos se dieron cuenta de la borrachera del chofer y el examen de alcoholemia comprobó la irregularidad. "No hablaba muy bien, estaba colorado, pero no confesó ahí nomas que había tomado", dijo un policía.

El chofer fue identificado como Antonio Díaz, de 24 años, quien conducía la unidad 03 de la Línea 33. Fue llevado a la Comisaría 1ra y el colectivo secuestrado. Vale recordar que en el caso de choferes profesionales no se les permita nada de alcohol en sangre.