Dolor e impotencia es lo que sienten por estas horas los familiares de Carlos Luis Arena (75), cuyo cadáver fue hallado ayer en un terreno baldío de Chimbas, detrás del Barrio Los Tamarindos.

"Parece una mentira q no voy a ver esa sonrisa nunca más, en el cielo en donde estés, sabes el amor que siempre tuve por vos,siempre te dije q te quería mucho" (sic), publicó en Facebook, por ejemplo, Florencia Arena Qurioga, sobrina de la víctima y una de las que encabezó en las redes una campaña para dar con el anciano cuando estaba desaparecido.

"Tío Luis, un padre del corazón para mi, siempre noble ,lleno de alegría..tanta empatía, siempre ayudando a los demás y tan lleno de amor por los niños ! Me quedan estos hermosos recuerdos y esas enormes sonrisas...En mi corazón por siempre...Que brille para ti la luz q no tiene Fin. No puedo creer...Dios" (sic), agregó en el posteo, acompañado de dos fotos en la que aparece con Arena.

Con anterioridad había publicado otro mensaje, cargado de bronca: "Esta triste mi corazón, el de la familia... porque no se pudo defender,Porq lo que le hicieron por una miseria de plata no tiene sentido...HIJOS DE PUTA!!!! NO MERECIA ESTO" (sic).

Otro de los que se refirió al caso fue Federico, hijo menor de la víctima. "Quisiera preguntarle cómo se puede ser tan malvado para hacer algo tan aberrante. Preguntarle qué la llevó a hacer semejante barbarie. ¿Qué te puede hacer una persona mayor? Robale toda la plata pero no le hagás nada. Merece la pena de muerte, el que mata tiene que morir", dijo ayer a este diario, apuntando contra una supuesta "viuda negra", principal sospechosa que tiene el crimen, llamada Irma del Rosario Calívar (37), detenida anoche en el Barrio San Francisco de Chimbas, junto a otra mujer y dos hombres.

"Desde los 13 años sentado arriba de un camión. Se peló el lomo toda la vida para al final tener una jubilación de m... y le pasa esto", se descargó el hijo. Además, sostuvo que "esa mujer seguro ha tenido ayuda. Mi viejo no se debe haber quedado quieto, seguro mientras era atacado le ha pegado, la ha mordido, no sé, algo". 

Luis Arena, otro hijo del jubilado, antes del hallazgo había escrito un pedido especial en su Facebook. "Mi viejo no merece estar pasando esto , no lo merece , no se mete con nadie , y a la persona que lo tiene le digo que no le hagan nada , mi familia lo necesita , los nietos preguntan por él , los amigos , los vecinos preguntan por él , no puede ser que la persona que lo tenga , en algun momento sintio algo por alguien ... yo les pido que no le hagan daño , les pido que lo dejen tranquilo , les pido que me llamen y me digan : ahi esta tu Papá , y esta bien ... solo eso les pido ..." (sic), publicó.

 El crimen  

El cuerpo de Carlos Luis Arena (75) apareció en un terreno baldío cercano al cruce de Santa Cruz y Maradona, detrás del Barrio Los Tamarindos. Fue encontrado cerca de las 9.30 del domingo por una vecina que había sacado a pasear a sus perros. La mujer relató que el cadáver estaba boca abajo y que a simple vista presentaba signos de violencia: le faltaba parte de una mano, de una oreja y tenía marcas de golpes en la cabeza. Además, estaba en avanzado estado de descomposición. Los investigadores presumen que el cadáver fue plantado en ese lugar, es decir, que a Arena lo mataron en otro lado y que lo llevaron a ese lugar en horas de la madrugada de ayer, pues los vecinos indicaron que hasta la noche del sábado allí no habían visto nada.

Arena tenía domicilio en el 4.283 (E) de Avenida Libertador, en la Villa Don Arturo, Santa Lucía. La última vez que tuvo contacto con su familia fue en la mañana del miércoles pasado, cuando le pidió a su segundo hijo, Ricardo (45), que lo acercara hasta la sucursal del Banco San Juan de calle Las Heras, en Capital. A eso de las 8.30 Ricardo lo dejó en ese lugar y partió. Según los registros, el jubilado cumplió con el trámite y al salir las cámaras captaron cuando caminó por Las Heras hacia el Sur y enfiló al Este por 25 de Mayo. Una versión señala que Arena regresó a la Villa Don Arturo. Fue un almacenero el que dijo a la Policía que sobre las 10 de ese día le vendió cigarros y caramelos. Sin embargo, a su casa nunca llegó.

Preocupados porque no regresaba, ese mismo miércoles los hijos del jubilado dieron aviso a la Policía y se inició en la seccional 4ta una causa para dar con su paradero. En los días siguientes, los pesquisas hasta con perros entrenados recorrieron la villa y los alrededores, pero los resultados fueron negativos.

Ayer lo hallaron asesinado.