La titular del Segundo Juzgado de Instrucción, Mabel Moya, procesó con prisión preventiva a dos de los cuatro implicados por millonarios robos en dos céntricos locales de oficinas: el edificio Andino en Ignacio de la Rosa metros al Este de España, del que sustrajeron alrededor de 1 millón de pesos en la tarde del sábado 20 de febrero pasado. Y al otro día, el golpe mayor, pues saquearon al menos cinco oficinas del edificio Derby en Santa Fe metros al Oeste de Entre Ríos, y se apoderaron de unos 400.000 dólares del excandidato a gobernador por Acción por una Democracia Nueva (ADN) Martín Turcumán. De otras oficinas, robaron sumas menores. Al cambio oficial del dólar en esa fecha, el robo a Turcumán les significó a los ladrones alrededor de 66 millones de pesos.

Omar Palma fue uno de los procesados. La jueza confirmó la sospecha
de que con al menos tres sujetos más, incluso Maximiliano Morales,
ingresó a San Juan sólo a robar.

Los que permanecerán detenidos por resolución de la magistrada son Omar Alejandro Palma, quien ya registra dos condenas por robo en Neuquén. E Isaías Maximiliano Morales, también con varias causas abiertas pero ninguna condena hasta ahora.

Quienes aún son buscados para saldar cuentas por ambos robos son Adrián Castro Riquelme y Héctor Omar Candia, indicaron fuentes judiciales.

La investigación continúa porque aún resta capturar a Adrián Castro Riquelme y Héctor Candia.

La captura de esta banda del Sur de país que hasta febrero solo tenía antecedentes de robos cometidos principalmente en Neuquén y Río Negro, había sido posible por un minucioso estudio de las cámaras de seguridad. A través de esos registros se supo que la banda se movilizaba en una Volkswagen Amarok, que ingresaron a la provincia el día 19 de febrero y que en los dos días siguientes perpetraron los robos en ambos edificios durante un fin de semana en el que sabían que no había inquilinos, pues sólo funcionan oficinas. Los pesquisas de Robos y Hurtos están convencidos de que hubo un nexo local que les facilitó el dato sobre los movimientos en cada edificio. Y eso quedó patente en la manera en que ingresaron al edificio Derby en plena mañana, el domingo 21 de febrero último: luego de forzar la puerta de Blindex, se arrastraron para evitar los sensores de la alarma que luego desactivaron para poder robar con total tranquilidad. Compras de propiedades y otros gastos ostentosos complicaron a los ahora procesados.