En apenas 7 horas, dos incendios causaron serios perjuicios económicos a dos propietarios. En Santa Lucía, una familia perdió gran parte de la estructura de sus corrales y 26 animales que criaban para vender y ayudar en su economía familiar, a causa de un incendio intencional, ayer alrededor de las 5. Más tarde, sobre las 13, en Pocito, otro siniestro causado por un aparente accidente eléctrico en el depósito de una finca, dejó pérdidas por más de 3 millones de pesos en pérdidas por la destrucción de insumos para riego por goteo (Ver aparte).

Según la dueña de casa, perdieron una chancha que pudo estar preñada y 25 gallinas.

Santa Lucía

Recién operada del hígado, Verónica Dávila se había levantado al baño, a eso de las 5 de ayer, cuando comenzó a escuchar ruidos como de disparos. Supuso que era eso, acostumbrada a ese tipo de estruendos que ocurren con alguna frecuencia en una finca de olivos cercana a su casa y que los vecinos del lugar atribuyen a ciertos sujetos del asentamiento Pedro Echagüe, situado a unos 300 metros. Pero cuando la secuencia del ruido se aceleró y se hizo más cercana, se acercó a la calle y en los árboles de enfrente avistó un resplandor naranja. Le pareció raro, hasta que un automovilista que pasaba por el lugar comenzó a los bocinazos y le aclaró todo: "Algo se le está quemando en el fondo señora", le dijo.

Y fue en ese instante que el marido de Verónica, Nicolás Ruiz, salió en calzoncillos a intentar salvar a algunos de sus animales. A mil, la mujer comenzó a llamar a sus familiares más cercanos y también a los bomberos. "Pero al fuego lo tuvimos que apagar nosotros con ayuda de nuestros familiares y un vecino, porque los bomberos nunca llegaron", contó ayer la joven, madre de dos chicos.

Cuando las llamas cesaron, el daño podía cuantificarse: gran parte de la estructura de pallets de madera de los corrales había quedado destruida y, lo peor, muchos de los animales, muertos. Una chancha que habían hecho servir hacía poco y que probablemente estaba preñada, dos gallinas, un gallo y 22 pollos perecieron en las llamas. Otro chancho quedó gravemente lastimado y el fuego también alcanzó a un burro.

Todo pasó en la casa de la pareja en Balcarce al 1.998 Norte, en Santa Lucía. "Hace un año nos habían robado, pero ahora seguro que quemaron por hacer daño nomás y lo hicieron, porque este emprendimiento es muy importante para nosotros, nos ayuda en la economía de la casa, los animales que teníamos nos ayudaban con el sustento", dijo la joven.

Policías de la seccional 5ta. se acercaron ayer hasta el lugar del hecho para comenzar con la investigación del hecho y dar con los responsables.

Millonarias pérdidas en insumos para riego

Habían pasado unos minutos de las 13 de ayer cuando las llamas coparon un tinglado con insumos para riego por goteo en la finca "La Macarena", situada en Calle 7 un par de kilómetros al Oeste del cruce con Costa Canal, en Pocito. A esa hora, todos trabajaban en la propiedad: unos albañiles colocaban un piso, otros obreros se ocupaban en un pozo de agua y había otros repartidos en otras tareas. Todos corrieron hasta el lugar, pegado a un galpón, pero poco y nada pudieron hacer porque en instantes las llamas se propagaron con facilidad, debido al viento y a los materiales altamente combustibles que allí había, como las mangueras plásticas.

"Por ahora se estima que se perdieron unos 40.000 dólares (al menos 3.131.000 de pesos al cambio oficial de ayer), porque allí habían filtros, electroválvulas y otros insumos que son importados de Israel. Este fue un hecho muy doloroso que tuvo su costo, pero a cualquiera le puede pasar", dijo ayer uno de los responsables del emprendimiento.

"Sobre las causas no se puede decir nada, ni los bomberos saben", agregó. Sin embargo en la Policía, suponían ayer que todo se inició por una falla eléctrica.

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¿Falla eléctrica? Esa es la hipótesis que manejan en la Policía sobre el origen del siniestro en la finca "La Macarena".
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