Dos policías fueron detenidos y enfrentan una investigación en la que los acusan de causar disturbios y querer pelear con otras personas en un bar de Caucete.

Según fuentes policiales, se trata del cabo Javier Becerra (30) y del agente Sergio Arredondo (25), ambos pertenecientes a la División Infantería.

Si bien falta el resultado final de la prueba de laboratorio de alcohol en sangre, una alta fuente judicial dijo a este diario que es altamente probable que el test arroje resultado positivo, "por el evidente estado que presentaban".

El hecho ocurrió durante la noche del último domingo en el Drugstore Parra, sobre la Diagonal Sarmiento, cerca del ingreso al centro de Caucete.

La versión policial indica que los policías llegaron al lugar, aparentemente bajo los efectos del alcohol, y que se ofuscaron porque desde el local les informaron que todas las mesas estaban ocupadas.

Según fuentes de la Fuerza, el dueño del bar denunció que en ese momento los policías decidieron quedarse parados en la vereda, supuestamente a esperar que se desocupara una mesa. Sin embargo, la acusación indica que comenzaron a molestar a otros comensales, que empezaron a decirle cosas a un grupo de mujeres y que cuando uno de los mozos fue a pedirles que dejaran de hacerlo o se retiraran, al menos uno de ellos lo increpó con intenciones de iniciar una pelea, que no llegó a consumarse porque el propietario del bar, identificado como Christian Parra, llamó al 911.

De inmediato se hicieron presentes en el lugar pesquisas de la seccional 9na y pusieron punto final a los disturbios, subiendo al patrullero a los revoltosos.

Becerra y Arredondo fueron alojados en la seccional 31ra de 9 de Julio. Allí pasaron la noche y ayer fueron puestos en libertad. Además de la causa que se tramita en el Juzgado de Paz de Caucete (les imputan los artículos 98, 109, 113, 117, 118, 134 y 162 de la Ley 941-R), desde la Subsecretaría de Inspección y Control de Gestión de la Seguridad Pública les iniciaron un sumario interno y los suspendieron mientras se investiga su actuación. Si las sospechas se confirman, pueden recibir una dura sanción.