Sólo mediodía después de haber sido detenido, con la cara tapada y esposado, Juan Eduardo Echegaray, el hombre acusado de prender fuego a su madre (quien murió debido a las graves heridas), aseguró: “Soy inocente”. El muchacho fue entregado anoche por el padre.

Echegaray permaneció poco más de un mes prófugo y era buscado en todo el país, mientras su madre adoptiva, Liliana Loyola, agonizaba en el Hospital Marcial Quiroga.

La mujer de 64 años, murió ayer alrededor de las 1,30. Y justamente anoche, la Policía logró encontrar a su hijo, el único acusado por el hecho, quien estaba en un domicilio ubicado sobre Ignacio de la Roza y Alem, en pleno centro capitalino.

Tras la detención, Echegaray fue trasladado a la Central de Policía, donde espera la decisión judicial para conocer su futuro.