La madre de una joven venezolana que denunció que fue drogada y abusada sexualmente por un comerciante en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, al que contactó horas antes por las redes sociales para una entrevista laboral, aseguró que pensó que su hija "estaba muerta" cuando la fue a rescatar y pidió que si otra joven fue abusada por el acusado, "haga la denuncia".

En tanto, la mujer -de quien se preserva su nombre para no identificar a la víctima- adelantó que mañana realizará una movilización en la puerta del comercio, ubicado en Paso 693 del barrio porteño de Balvanera, para pedir justicia y que el acusado sea detenido, ya que si bien fue demorado apenas ocurrió el hecho, la Justicia le dio luego la excarcelación porque no tenía antecedentes.

La madre de la joven venezolana de 18 años que denunció que sufrió un abuso sexual en su primer día de trabajo en un comercio de uniformes médicos de la zona de Once, recordó los momentos previos al rescate de su hija.

En diálogo con C5N, la mujer explicó que su hija le comunicó vía WhatsApp a una hermana que el dueño del comercio "le dio un vaso de agua" y luego "comenzó a marearse".

Como estaba cerca de la ubicación del comercio, la mujer llamó a la policía y se dirigió rápidamente al lugar.

"Pensé que mi hija estaba muerta y me estaban cuidando de ver algo monstruoso. Yo les gritaba que quería verla", sostuvo la madre de la joven, quien agregó que "la policía llegó rápido, la reacción fue muy buena, estuvieron siempre atentos".

Los investigadores le contaron que, al ingresar, su hija estaba en el fondo del comercio y el acusado estaba vistiéndola y poniéndole los pantalones: "Le puso una remera de él", aseguró.

El hecho se registró el pasado sábado cerca de las 14, cuando la joven -cuyo nombre se reserva para protegerla- fue citada a un local de la calle Paso al 600, en el barrio porteño de Balvanera, para realizar una entrevista laboral que había coordinado momentos antes por la red social Facebook.

Aparentemente, el acusado le pidió a su hija cenar el viernes para así "poder hablar sobre el trabajo", propuesta que fue rechazada por la joven, que finalmente arregló presentarse el sábado por la mañana.

Según el relato de la mujer, durante la jornada de trabajo, el acusado, identificado por la policía como Irineo Humberto Garzón Martínez, le ofreció varias veces "un vaso de gaseosa o de jugo" que finalmente aceptó cerca del mediodía.

De acuerdo con su relato ante los investigadores, tras beber un vaso de agua comenzó a sentirse mareada, por lo que le envió un mensaje a su hermana explicándole la situación.

"Creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada", expresó la joven en el mensaje que le envió a través de Whatsapp y agregó la dirección en dónde se encontraba.

La causa quedó a cargo del Juzgado Criminal y Correccional 15 a cargo de la jueza Karina Zucconi, quien imputó al hombre por el delito de "abuso sexual simple", y le concedió la libertad, aseguraron las fuentes.

Por otra parte, la madre de la víctima afirmó que recibió varios comentarios de que el atacante hizo lo mismo con otras jóvenes.

Por esa razón, pidió a las mujeres que fueron víctimas que "tengan la valentía" y que lo denuncien, ya que "hay personas que pueden ayudarlas".

Por último, la familia convocó para mañana a las 10.30 a una "marcha pacífica"
en el lugar del hecho para pedir justicia y que el imputado sea detenido nuevamente.

Fuente: Télam