’Es una desgracia tras otra y todas me pasan a mí. Tengo seguro para todo y tomo todas las precauciones.

Incluso ya no salgo a bailar y dejé de ver a mis amigas. Ando con miedo todo el tiempo y así no se puede vivir. Estoy harta de los robos y he pensado comprarme un arma porque ya no aguanto más.

Hoy (por ayer) cumplo 26 años, pero ¡¿qué voy a festejar?!, este es el peor año de mi vida’. Yohana Gil estaba devastada. Y razones le sobraban, porque su vida de comerciante, como reparadora y vendedora de celulares, en Rawson, siempre estuvo acompaña de ataques de delincuentes.

El enésimo caso lo sufrió el martes, entre las 11,30 y las 12,20 en el ingreso a Emicar. Allí, alguien forzó la cerradura de la Peugeot Partner de su padre y robó $4.000 que el hombre tenía para el servicio técnico de la camioneta y el estéreo.

Y a ella $30.000 más 10 celulares para reparar (valuó el daño en más de $60.000).

Lo llamativo es que había ido a sacar la licencia de conducir que le habían llevado en otro robo con 15 celulares. Y estaba desesperada porque el jueves pasado un ‘borracho’ la chocó en Rawson, le quitaron el auto por no tener el carnet para conducir y le cobran $18.000 de multa.

Y con el último robo también le llevaron los papeles y las llaves del auto (un Suzuki Fun) que tienen un código electrónico.

Pero en la vida de Johana, esos no son los únicos problemas. Los más graves -dijo- los sufrió entre septiembre y noviembre del año pasado, cuando en 9 ocasiones fue atacada, incluso a tiros, por delincuentes que llegaron al departamento que alquila en Rawson.

‘No entraron porque es blindado y no me puedo ir de ahí por el contrato de alquiler. A mi pareja le robaron 80 equipos a mano armada y se los hallaron, pero a mí la Policía no me da protección y eso que a veces les hago de favor pericias en los aparatos pensando que en algo me ayudarían, pero nada’, sentenció.