Dos sanjuaninos que viajaron a Mendoza a comprar dólares fueron víctimas de una emboscada y perdieron más de 3 millones de pesos a manos de delincuentes que los amenazaron con armas de fuego.

Todo ocurrió durante la tarde del último miércoles, alrededor de las 19,15. Las víctimas fueron Matías Coppola (24) y Martín Gil (38), oriundos de Capital. Son amigos y trabajan como preventistas. Ambos salieron de San Juan rumbo a Mendoza a eso de las 16.30, con la intención de comprar dólares en el mercado negro. Para eso habían entablado contacto por Facebook con un supuesto vendedor y habían acordado la operación, que lógicamente no es legal. Coppola dijo que durante el viaje iban contentos porque con eso pretendían hacer una inversión a futuro. Claro, nunca se imaginaron lo que les pasaría ni bien llegaron en la Fiat Fiorino a la dirección que les habían indicado por Whatsapp: Sargento Cabral y Vieytes, en Las Heras.

"Nos habían dicho que era una oficina. Se baja Martín a tratar de ver dónde era y yo me quedé en la camioneta. A mitad de cuadra había un tipo parado. Apenas Martín se baja siento que me agarran la mano, me ponen un arma en la cabeza y me dicen "dame toda la plata o te quemo". Pensé que era un chiste, pero levanté la mirada y vi el arma", relató Coppola.

El delincuente introdujo el arma por la ventanilla, que estaba baja, y luego de amenazar al joven le abrió la puerta, lo sacó a los empujones, le pidió que se fuera corriendo y se hizo con la mochila donde guardaban el dinero, que estaba en el piso, delante del asiento del acompañante. En total llevaban $3.000.000 y 70 dólares que iban entremedio de un libro.

Las víctimas se dieron cuenta luego que el sujeto que vieron parado a mitad de cuadra formaba parte de la banda, pues luego escapó junto al que tomó la mochila y otro que llegó en una moto en medio del ataque. Suponen que fue quien dio el aviso de que habían llegado al lugar. Una vez que los asaltantes se fueron, los sanjuaninos se dirigieron hasta la comisaría de Las Heras, ubicada a unas cinco cuadras, y radicaron la denuncia.

"Jamás nos imaginamos esto. Íbamos contentos, felices. Llegamos allá y nos pasa esto... nos arruinaron la vida. Seguro se dedican a esto, tenían todo planeado", admitió Coppola.

Para peor, la investigación marcha complicada. Es que, lógicamente, los ladrones los citaron a un lugar donde no hay cámaras de seguridad. Además, personal policial experto en ciberdelitos aseguró a los damnificados que el perfil de Facebook por donde los contactaron es trucho. Y el número de Whatsapp por donde también hablaron los bloqueó.