Cuarto robo. Zulma Cordero dijo que el del último miércoles fue el cuarto asalto que ocurre en ese mercado capitalino. Tanto ese como el atraco al local de cobros son investigados en la Seccional 28va.


Con dos horas de diferencia, dos comercios de calle Esteban Echeverría fueron asaltados el miércoles. En un local de cobros de Rivadavia, dos “motochorros” armados y portando una maza redujeron a dos personas y escaparon con 50.000 pesos. Y un rato después, un solitario ladrón con una pistola cometió un atraco contra un supermercado capitalino, situado en la misma zona donde sucedió el primer robo. Allí, extrajo el arma y amenazó a una cajera y tres clientes.

Tranquilamente, tomó unos 8.000 pesos, el celular de la cajera y se dio el lujo de salir caminando a la calle con el cajón de la caja registradora. En un intento por cortarle el paso, la encargada y un carnicero le salieron al cruce, pero fueron encañonados y no pudieron evitar que el asaltante escapara, informó Zulma Cordero, encargada del comercio.
El blanco fue “Súper Market”, ubicado en Esteban Echeverría y Santa Fe, Capital. El del miércoles fue el cuarto robo similar en cuatro años. Ese hecho ocurrió a las 21.15, dos horas después de que “motochorros” asaltaran a un hombre y su hija en un local de “San Juan Servicios”, en Esteban Echeverría y Tulum, Rivadavia.

“Estaba cobrando y el ladrón se me acercó. En mi caja habían tres clientes. El tipo estaba bien vestido y de un morral sacó una pistola. Me llamó la atención que estuviera tan tranquilo. Con esa tranquilidad nos amenazó de que no hiciéramos nada si no nos metía un tiro”, dijo Lorena Rivas, la cajera. Cordero explicó que “un rato antes de que nos asaltaran, una clienta nos dijo que afuera había alguien sospechoso. Entonces salí a la calle por la puerta de la carnicería y me lo crucé al tipo en la vereda. Llevaba el cajón de la registradora en la mano. Me vio, me puso el arma en el pecho y me dijo “dale, dale, metete”. Y se fue. Evidentemente sabía dónde estaba la plata, porque no sólo se llevó lo que había en la registradora, sino también lo que guardábamos en una caja”, dijo la encargada.