Fue un golpe estudiado. Una semana atrás, habían envenenado los perros: una ovejero alemán que aún se recupera y otro más pequeño, que no sobrevivió. "Los animales no dejaban entrar a nadie, por eso hicieron eso", explicó su dueña. Allanado el camino, ayer bien temprano, a eso de las 7.15, los tres sujetos treparon por el gran portón de ingreso, se fueron hasta las oficinas del fondo en la fábrica donde se trabaja con mármol y otras piedras y, como no encontraron nada de valor, abrieron luego un agujero en la tela perimetral que separa el predio de la casa del de la fábrica y se aparecieron con los rostros cubiertos dentro de la vivienda, cuando los sorprendidos Mejía Riveros comenzaban la jornada laboral. Al dueño de casa lo sacaron desnudo de la ducha y se lo llevaron junto a su mamá y a su esposa, que a esa hora desayunaban. Dos tenían armas tipos revólveres, el otro un gancho similar a una barreta, explicó una de las víctimas. Con esas armas los amenazaron, los hicieron arrodillar y les ataron las manos con precintos mientras les exigían lo que habían ido a buscar, la plata.

"Menos mal que teníamos ese dinero y se fueron porque si no, no sé lo que nos hubieran hecho"

ADRIANA

Víctima

Los hijos del matrimonio dormían a esa hora y al menos uno de los ladrones entró a su dormitorio solo a sacar el casco de la moto Yamaha FZ que se robaron junto con los celulares de los dueños de casa y, lo más importante, medio millón de pesos que el comerciante guardaba en una pequeña mochila, más otros $30.000 que tenía un placard y se los dio cuando le pidieron más plata, con tal de que se fueran. Huyeron por la puerta principal y una cuadra después abandonaron la moto.

El grueso del dinero sustraído era para comprar la mercadería de un trabajo grande que les habían encargado. "Nosotros no tenemos nunca dinero en la casa, eso se nos quedó y era para cumplir con un trabajo importante que teníamos contratado. Menos mal que hallaron ese dinero y se fueron, porque si no, no sé lo que nos hubieran hecho", explicó ayer la dueña de casa asaltada.

Todo pasó en la marmolería "Petra" situada en la calle Perona, en el barrio Obrero, Rawson.

El caso fue denunciado en la seccional 6ta pero ayer era investigado por las brigadas de investigación de otras áreas de la Policía, como la Brigada Sur.

Vecinos que a esa hora pudieron ver algo y cámaras de seguridad, eran las primeras líneas que abordaban los pesquisas para esclarecer el caso.