El pueblo de Media Agua no puede salir de su asombro. Un sujeto asesinó con alevosía a su expareja. La vida de Brenda Carolina Flores se apagó luego de que Marcelo Vilchez le asestara la friolera de 17 puntazos en el cuerpo de la joven mamá, para luego suicidarse. En el entorno de ambos reconocen que era una relación conflictiva, pero nadie se imaginaba un desenlace de este tipo.

Brenda y Marcelo se conocieron en 2017, en un baile. Ella, oriunda de Los Berros, él de Media Agua. Se enamoraron y al poco tiempo fruto de esa relación ella quedó embarazada y nació una nena, hoy de 3 años. Ambos venían de relación anteriores y tenían hijos;, Flores 2 más y Vilchez 3.

Agustina Santander (21) es prima hermana de Brenda, aunque ella la llama "hermana": "Nos criamos juntas, además de ser comadres", contó. Está rota, sabe que aquellas interminables charlas no se darán nunca más, pero jura a Dios proteger a esa niña que hoy se quedó sin su madre y sin su padre.

"Este tipo era un posesivo, un tóxico, un enfermizo, la celaba con todo el mundo", apuntó Agustina. La mujer contó que desde principios de año empezaron las dificultades y se separaron, pero él seguía controlando sus movimientos, con quien hablaba, con quien salía. "Le decía que 'o estaba con él, o no estaba con nadie', pero tampoco pensamos que terminaría así... pero detrás de la cara de santo que vendía había un hijo de p...", agregó.

Según Santander, su "hermana" nunca hizo mención a golpes o algún hecho puntual violento en la pareja. Insistió en que en este último tiempo la relación entre ellos estaba bien, se habían puesto de acuerdo en beneficio de la hija en común. Brenda era muy activa en grupos de 'Ni una menos', participaba de marchas e, inclusive, en sus posteos en redes sociales mostraba su rechazo a cualquier hecho de violencia.

"No puedo creerlo, estaba feliz ella, mañana se recibía de depiladora, había construído su casita, todo ella sola, y viene a pasarle esto", cerró Agustina.