La situación de uno de los dos policías detenidos el viernes pasado sospechados de simular (con un tercer cómplice aún prófugo) un operativo de tránsito para asaltar a un empresario, parece complicarse cada vez más: ayer trascendió que el auto de un oficial usado en ese falso procedimiento que acabó en robo, un Ford Escort bordó, tiene anomalías en el número de motor y por eso los pesquisas no descartan que esa irregularidad se haya cometido para tapar otro delito, como un robo, dijeron fuentes ligadas a la investigación.

Si bien algunas fuentes del caso dijeron que el auto tiene pedido de secuestro de 2004 porque fue robado en Córdoba, la versión no fue confirmada: otros voceros del caso señalaron que hay que terminar el trabajo pericial (revenido químico) y a partir de ahí determinar si existe o no algún pedido de secuestro por robo.

El Ford Escort es del oficial Lorenzo Andrés Trigo (cumplía funciones en la seccional 29na.) detenido el pasado viernes en la casa de su pareja en el barrio Roque Sáenz Peña, en Santa Lucía. En ese mismo barrio había sido abandonado el Ford Fiesta que le robaron con unos 800 pesos, un celular y un maletín con cheques y documentos a Fernando Heredia (hermano del dueño del boliche "Luna Morena") en los primeros minutos del 16 de febrero pasado en el barrio San Martín, Capital.

El mismo viernes los policías apresaron al agente Jorge Villalón (último destino en la seccional 20ma.) en su casa de Rawson, y en ese mismo departamento, "oculto", hallaron el Ford Escort de Trigo.

El Escort había sido registrado por una cámara cuando transitaba detrás del Forf Fiesta que guiaba Heredia, acompañado por un sujeto vestido de policía y otro más que lo habían sorprendido en Maradona y Sargento Cabral, Capital, y se subieron a su auto con la excusa de llevarlo a la seccional 2da. para hacerle una infracción por circular sin chapas patentes.

Sin embargo cuando llegaron al barrio San Martín, sobre calle Catamarca, lo obligaron a bajar luego de cargar un arma en su presencia y se fueron en su vehículo con todo lo que tenía encima.

Además del supuesto asalto, Trigo y Villalón están complicados por otro caso: el juez Agustín Lanciani los procesó (un tribunal superior confirmó esa decisión) por intentar pedirle ilegalmente plata a un comerciante de Rawson para no detener por robo a su hijo, que tenía 18 años cuando se denunció el hecho, el 4 de abril de 2009, dijeron ayer fuentes judiciales.