Los ocho acusados de matar a golpes y patadas a Fernando Báez Sosa (18) en Villa Gesell conocerán mañana la resolución del TOC N´1 de Dolores, y en la previa ya hay polémica y posturas disímiles, tanto a nivel nacional como en San Juan, lo que quedó evidenciado en un relevamiento que hizo DIARIO DE CUYO en el mundo del derecho local. El principal contrapunto pasa por la perpetua, pena solicitada por los fiscales y por los representantes de la familia de la víctima para todos los imputados, lo que fue puesto en crisis por dos de los cinco especialistas consultados por este diario. El abogado penalista Julián Gil opinó que solamente "a los tres máximos responsables debe caberles perpetua", haciendo referencia a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi y Enzo Comelli. Mientras que "puede haber una mensuración de la pena para quienes tuvieron menor grado participación, pero no creo que penas inferiores a 20 años". "Existe tanta prueba que incluso es perceptible quiénes dieron los golpes que terminaron con la vida de Fernando. Tengamos en cuenta que algunos de los imputados tienen complicidad directa antes, durante y después del hecho", dijo Gil, al tiempo que calificó como "correcto" el rol de los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, aunque "al igual que la querella (Fernando Burlando y Fabián Améndola), exageraron con que hubo premeditación para matar, lo que existió fue premeditación para pegarle y darle una paliza".

En la misma línea de Gil se ubicó Víctor Guzzo, docente de Derecho y Comunicación y de Derecho Procesal Civil (UNSJ), al entender que no todos los acusados deber recibir la pena máxima. "Quedan tipificados en homicidio calificado por alevosía -ataque artero, a traición- para quienes pegaron por la espalda y cuando la víctima estaba en el piso. En esos casos, para esos seis rugbiers cabe prisión o reclusión perpetua", señaló. "Para los otros dos que no golpearon quizá tipifica como homicidio simple (8 a 25 años) como partícipes necesarios, aunque sea repudiable tanto el que filmó como el que retuvo a los que querían detener el ataque", agregó, refiriéndose a Lucas Pertossi y a Ayrton Viollaz. "De ninguna manera debe entenderse como un homicidio en ocasión de riña o preterintencional", aclaró. Esas figuras fueron planteadas, subsidiariamente (en primer término pidió la absolución), por Hugo Tomei, defensor de los ocho imputados. Y prevén una pena máxima de seis años, lo que permitiría a los sospechosos acceder casi de manera inmediata a una libertad condicional, por los tres años que llevan con prisión preventiva. Guzzo valoró el trabajo "excelente" de fiscalía y el de Fernando Burlando, "excepto epítetos que estuvieron de más". Además, consideró que Tomei "no debería haber aceptado defender a los ocho porque hay conflictos de intereses entre ellos", postura a la que adhirió Julián Gil: "No tuvo un rol estratégico, lógicamente se vio avasallado por la prueba. Desde el primer momento debió haber aconsejado a sus defendidos que declararan y que cada uno se hiciera cargo de sus actos".

En la otra vereda, el abogado Rodrigo Metola, la docente María Liliana Gerbec y la estudiante Mariana Icazati estimaron que debe haber perpetua para todos. "Todos agredieron, todos participaron en rol de coautores. Cito al fiscal al decir "tuvieron el co-dominio del hecho, la posibilidad de emprender, proseguir y detener el curso causal del delito"", opinó Metola. Luego dejó otras definiciones: "No debió haberse unificado la defensa. No fue bueno el manejo que tuvo Tomei sobre sus clientes, hubo cosas que escaparon de su control que le jugaron en contra a lo largo del proceso. Burlando tuvo frases polémicas y el show de siempre. La lectura de los alegatos fue un punto bajo. Mientras que el trabajo de fiscalía fue muy bueno. Si bien es un caso con mucha presión social, por otro lado existen otro tipo de presiones, pero los fiscales se pusieron en la voz del pueblo que, indignado, pide justicia".

Por su parte, Gerbec, profesora de Derecho Penal en la UCCuyo, dijo que la condena debe ser "prisión o reclusión perpetua para todos los que intervinieron en el hecho por el delito de homicidio agravado por alevosía, ya que una de las bases de este agravante es la falta de posibilidades de la víctima de defenderse, es sorprendida en el ataque, lo que le asegura a los autores llegar al resultado. En este caso se dio esa seguridad, ya que el grupo de acusados impidió que amigos de la víctima acudieran en su defensa, como se pudo ver en las pruebas". Por otro lado, la especialista afirmó que no cree que la presión social pueda incidir en la resolución del tribunal. "Los jueces están bien capacitados para tomar una decisión en base al proceso", aseguró. Sobre ese punto, Guzzo señaló que "no creo que influya ni debe influir" y Gil adhirió: "Existe mucha prueba y con la valoración de ella el tribunal no va a tener problemas para fundar la sentencia". En tanto, para Metola el empuje de la sociedad "no debería influir, pero es un factor totalmente determinante. Los jueces, además de ser funcionarios, son ciudadanos comunes. Viven el día a día, tienen redes sociales y leen diarios. Es muy difícil hacer abstracción de la sociedad, sus pedidos y ánimos, a los fines de dictar sentencia en un caso tan mediático e importante".

Pasando al quinto consultado, la estudiante avanzada de Abogacía y técnica en Criminalística Mariana Icazati, expresó que "la pena para los ocho debe ser perpetua, existe coautoría porque hay participación necesaria de todos los imputados y la única pena para este delito es perpetua". "La sociedad está conmocionada con este caso porque la víctima fue un chico joven, lleno de sueños como cualquiera de nosotros, que lamentablemente se cruzó con otros jóvenes que carecen de valores y de educación y que le arrebataron la vida sin motivo alguno. La sociedad está harta de injusticias, por eso pide a gritos que exista un fallo ejemplar para que no existan más Fernandos", opinó. "La fiscalía y la querella han demostrado la existencia del hecho, de la premeditación y la alevosía, adjuntando una cantidad de prueba irrefutable: videos, fotos, pericias ortográficas, hemáticas y otras. Hicieron un trabajo impecable", agregó. Y sostuvo que, para ella, el caso marca un antes y un después en la Justicia del país. "Todos los argentinos esperamos ansiosos el veredicto, que puede marcar historia en el derecho. Incluso tengo fe de que se trate en la legislación una Ley Fernando para la concientización y acompañamiento sobre violencia en los adolescentes", señaló.

"Creo que todo proceso marca siempre avances en la Justicia, lo que es punto a favor para el desarrollo de la sociedad", dijo, a su turno, Gerbec. "Se trata de un "leading case", como se lo denomina en derecho. Va a ser un caso recordado por todos, y sentará los precedentes de ahora en más ante la gran cantidad de agresiones de este tipo que hay en el país. Esperemos sea recordado por haberse hecho justicia", pidió Metola. "No creo que sea un antes y un después, aunque va a ser un precedente jurisprudencial importante para el fuero penal", valoró Guzzo, y Gil adhirió.

Mañana a las 13

El fallo de los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia se conocerá a partir de las 13 de mañana. Está previsto que los padres de Fernando estén presentes en la sala, al igual que lo hicieron a lo largo del debate oral.

Los ocho acusados

MÁXIMO THOMSEN (23)

Fue señalado como uno de los que pateó en la cabeza a Fernando, cuando ya estaba en el suelo. Al declarar dijo que "jamás" tuvo "intenciones de matar a alguien", que reaccionó "tirando patadas" ante una "piña en el rostro".

LUCAS PERTOSSI (23)

Filmó el inicio del ataque, hasta que dejó de grabar, según fiscalía, para sumarse a la agresión. Tras el crimen, envió un audio: "Estoy acá cerca donde está el pibe (...), llamaron a la ambulancia... caducó".

CIRO PERTOSSI (22)

Testigos lo identificaron como uno de los primeros en golpear a la víctima. Le dio una trompada "a traición" desde la derecha y luego siguió pegándole cuando ya estaba en el piso. Tenía sangre de Fernando en su pantalón.

ENZO COMELLI (22)

Sería el otro imputado que agredió inicialmente a Fernando. Un amigo de la víctima declaró que su golpe "lo dejó arrodillado". Con esa agresión "casi al unísono" Comelli y Ciro Pertossi lograron "tomarlo desprevenido".

LUCIANO PERTOSSI (21)

Fue reconocido por testigos como uno de los agresores de Fernando. Una joven declaró que fue quien dijo "quedate tranquilo que me lo voy a llevar como trofeo", mientras golpeaba a la víctima en la cara.

MATÍAS BENICELLI (23)

Un testigo lo ubicó como un "agresor directo" de Fernando, otro lo situó "agrediendo también a un amigo" y un restante lo identificó como quien le gritaba a la víctima "a ver si volvés a pegar, negro de mierd...".

BLAS CINALLI (21)

No fue mencionado por ningún testigo, pero rastros de ADN compatibles con su perfil genético fueron hallados debajo de una uña de la víctima. Para la fiscalía, "no hay dudas" de que fue uno de los agresores directos.

AYRTON VIOLLAZ (23)

Para la fiscalía fue quien dio "la señal de ataque". Fue uno de los que evitaba que Fernando fuera ayudado. Aparte, el fiscal Juan Manuel Dávila sostuvo que "no hay ninguna duda" de que fue otro de los agresores directos.