La causa por el presunto abuso sexual de una chica a manos de su expareja fue hoy elevada a juicio por el juez de Garantías Matías Parrón. La UFI Cavig dio por cerrada la investigación y el fiscal José Plaza (hoy subrogando a la fiscal Claudia Salica) anticipó al juez que buscarán una condena a 7 años de cárcel cuando el imputado sea enjuiciado. Mientras que la defensora Ivana Salas intentará demostrar que su cliente es inocente, con la versión de que todo es una mentira de la víctima, por despecho.

El acusado es un joven (no identificado para preservar la integridad de la víctima) que estuvo en pareja con la denunciante durante aproximadamente dos años. 

Según el relato de Fiscalía, la pareja hace unos 4 o 5 años había cortado la relación sentimental. Pero en mayo del año pasado volvieron a tener contacto luego de que ella publicara unos auriculares para vender.

Siempre según la denuncia, el 17 de mayo el muchacho se hizo presente en el domicilio de la chica, en Capital, supuestamente para comprarle los auriculares.

Pero la víctima dijo que, mientras estaban solos y cuando ella se sentó en un sillón para explicarle el funcionamiento de lo que le estaba por vender, él se paró al lado, la tomó de la cabeza, sacó su pene y la forzó a que le practicara sexo oral, pese a que ella se resistía.

La acusación indica que luego el joven le tocó los pechos por debajo de la ropa y que después la llevó contra su voluntad a la habitación, donde la tiró a la cama y la penetró hasta eyacular, sin utilizar ninguna protección. Fiscalía dijo que la víctima no pudo defenderse porque había entrado en pánico.

El delito que le achacan al imputado es abuso sexual con acceso carnal. Actualmente se encuentra con detención domiciliaria.