En el fuero de Flagrancia fue juzgado este jueves Marcial Gil (46) quien el 5 de agosto pasado quedó vinculado a una causa por tenencia de armas cuando allanaron la carnicería clandestina que montó en el predio donde hay un hotel alojamiento en construcción, en calle La Plata y Rastreador Calívar (frente a la Bodega Arenas), en el departamento Caucete. 

Al hermano del exintendente de Caucete le incautaron dos armas, una escopeta calibre 16 y un rifle calibre 22, las que no tenía la documentación para portar.

Finalmente, luego de la acusación del fiscal Cristian Catalano, el juez Ricardo Grossi resolvió la suspensión de juicio a prueba (probation) por el término de 2 años, además de reparación simbólica de $500.000, repartida en $200.000 en favor de FundaMé y $300.000 en favor de Asociación Civil Guerreros por la Vida.

Por otra parte, en la Justicia de Paz de Caucete se tramita la causa de la carnicería clandestina en virtud de que en ese lugar se hallaron 430 kilos de carne de dudosa procedencia, balanzas, ganchos, freezers, máquinas moledoras, bolsas y otros elementos, que no cumplían ningún tipo de control bromatológico.

Pero Gil puede tener un capítulo judicial más, de acuerdo a que si se comprueba que esa carne es de caballo podría quedar vinculado a causas de robo de estos animales y cuatrerismo. Se mandaron muestras a Buenos Aires para analizar lo decomisado.