Durante la noche del último domingo, la Policía irrumpió en una casa de Caucete donde supuestamente varias personas se reunían a menudo a jugar al Póker. En el lugar había un maletín con fichas de distintos colores, cartas, bebidas alcohólicas (vinos, fernet, Vodka, Campari, latas de cerveza Corona, ron) y hasta trofeos (tablas de madera).

La Policía había informado que, bajo directivas de la jueza de Paz Luciana Salvá, habían sido detenidas las tres personas que se encontraban en la vivienda, ubicada en la esquina de Rawson y Rivadavia. Se trata del dueño de casa Carlos Fernández (63), su hijo Emanuel (36) y un amigo de este último llamado Marcos Burgoa (41).

Sin embargo, el propio Emanuel Fernández salió a desmentirlo y tiró con munición pesada contra la Justicia.

"Aclaro que nunca estuve detenido, ni mi viejo, ni mi amigo que estábamos en mi casa. Y ninguno de los 3 tiene antecedentes", escribió en su cuenta de Facebook. Y siguió: "Fue una juntada entre amigos, a quienes nos apasiona jugar al poker.. Lo tomamos como un deporte por ese motivo los Trofeos".

"El POKER es un juego de competencia individual , que implica estrategia y habilidad mental, tanto como disciplina, Estamos en el 2020 abran la cabeza, no es lo mismo el Poker ¡¡¡¡ que el Casino es todo lo contrario", continuó Fernández, que en Caucete es conocido en el mundo de la noche por ser propietario de boliches como El Chalet y Giuseppe.

En otro pasaje del descargo, apuntó contra las autoridades judiciales y policiales que avalaron el allanamiento. "Tremendo operativo elite de película.. para que ??? Para llevarse un maletín, unos trofeos y un poco de bedidas ??? Se tiene que enfocar en buscar verdaderos delincuentes que roban, violan y matan", disparó.

Según fuentes judiciales, Fernández comenzó a estar en la mira por una denuncia anónima que llegó al despacho de la jueza Salvá. Y el domingo por la noche un llamado al 911 alertó a la Policía que en el lugar habían personas practicando juegos de azar.

Solamente fueron sorprendidos los Fernández y Burgoa, quien cuando llegaron los patrulleros estaba en el baño, explicaron fuentes vinculadas al caso. Otro grupo (según Fernández eran 6) consiguió escapar apenas advirtieron el procedimiento.

Si bien al día de hoy no hay ningún detenido, fuentes judiciales aclararon que la investigación continúa y que ahora trabajan en identificar a las personas que frecuentaban el lugar, para tomarles declaración.

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