Eran cerca de las 23 del lunes cuando comenzó la desconcentración de hinchas de San Martín tras un banderazo en las puertas del Hilario Sánchez. Algunos simpatizantes se enfrentaron con la policía y provocaron daños en dos patrulleros.

Según indicaron fuentes policiales, unas 150 personas arrojaron piedras a los móviles policiales del Comando Radioléctrico y del central, dañando la ventanilla de uno y el parabrisa de otro.

Anoche un nutrido grupo de simpatizantes llegó al club para recibir al equipo que  el fin de semana ganó en Puerto Madryn y con un gol de Alejandro Molina derrotó a Brown para terminar siendo primero de la Zona A. Ahora, su futuro será mano a mano y en un solo partido, buscando el segundo ascenso.