La diferencia entre la vida y la muerte estuvo a 2 centímetros. O, al menos, si esa bala terminaba impactando en el cuello y no en el chaleco antibalas, la suerte del Jefe del GERAS probablemente sería otra. Por fortuna, eso no ocurrió.

Diego Morales fue quien encabezó el operativo y el grupo de efectivos que ingresó el sábado bien temprano en esa casa cercana al embarcadero del dique de Ullum donde fueron recibidos a balazos. A Morales, uno de los proyectiles le impactó en el chaleco antibalas, en el centro superior, a escasos 2 centímetros del cuello.

La marca de la bala quedó justo en la insignia de la institución policial.