Fue un vecino de la zona el que llamó a la Policía cuando se adentró en la casa de los Molina al escuchar ruidos. Cuando se acercó, notó humo e instantes después los uniformados de la subcomisaría de Villa Mercedes, en Jáchal, constaban que no sólo se trataba del incendio en esa humilde casa de adobes con techo de cañas y palos: en un rincón del dormitorio más afectado por las llamas, encontraron al dueño de casa, ya sin ninguna chance.

Juan Ramón Molina se llamaba ese hombre. Era obrero, tenía 52 años y varios acontecimientos poco felices de su vida parecían haber sido la causa de su inclinación al alcohol: 'Estuvo casado y tuvo dos hijos, pero hace unos 7 años su esposa murió de cáncer y los chicos se fueron a vivir con los parientes de la señora. Después, hace poco menos de dos meses, murió un hermano que vivía con él, 'Rafa' (por Rafael) que también tenía problemas con el consumo de alcohol y estaba muy enfermo', graficó ayer a este diario un vecino que conocía a los Molina.

La víctima había perdido hace 7 años a su esposa enferma de cáncer y hace poco menos de 2 meses a un hermano que vivía con él.

Sobre las 8 de ayer conoció la Policía lo del incendio en la casa de Ramón Molina, situada en Calle Honda (localidad de igual nombre) alrededor de 1,5 kilómetros al Oeste de calle Eugenio Flores.

Los policías de Villa Mercedes, que dirigen el subcomisario Mario Berón y el principal Roberto García, esperaban ayer el resultado de la autopsia y el de las pericias de Bomberos para confirmar la causa de muerte y el origen de las llamas, respectivamente.

Una de las hipótesis es que el fuego se inició por un cortocircuito en la precaria instalación eléctrica de la casa. Que los restos en llamas del cable cayeron sobre la cama de Molina, que este recién reaccionó cuando poco se podía hacer y que sólo atinó a buscar refugio en un rincón de la habitación.

Lo vecinos de la zona se inclinaban a pensar que, tal vez, Molina estaba algo ebrio cuando ocurrió el siniestro y que por eso no pudo reaccionar a tiempo para escapar y salvarse.

Para los policías, al menos hasta ayer, todo indicaba que el origen del incendio fue accidental.